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El modelo de las cooperativas enfrenta diferentes retos. También las del sector sanitario, que deberán ser creativas para seguir la estela de inversiones que hará la industria de la salud en los próximos 30 años.

Así lo ha señalado Jeroen Douglas, presidente de la Alianza Internacional de las Cooperativas (ACI) en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.

¿Qué misión tiene la Alianza Internacional de las Cooperativas?

Unir las cooperativas mundialmente.

¿Cuáles son los objetivos del CM50 (Círculo de liderazgo de cooperativas y mutuales)?

Son varios. El primero es establecer una red mundial de líderes de las cooperativas más grandes del mundo.

El segundo es que esta red diseñe un nuevo liderazgo en la economía global. Es bastante ambicioso.

Douglas durante la entrevista. Sara Fernández.

Y el tercero es generar interconectividad entre los diferentes sectores y también regiones para que el sector corporativo florezca.

¿Qué pasos se están dando para lograr ese nuevo liderazgo?

Estamos en tiempos de drásticos cambios geopolíticos, económicos y se nota que la brújula moral del Foro Económico Global no ha podido resolver los temas más grandes del mundo.

Hablamos de las tremendas guerras que hay hoy en día en el mundo. De la aceleración del cambio climático y de la desigualdad creciente.

Los líderes del modelo neoliberal han perdido la credibilidad de poder resolver los temas más grandes del mundo.

Nosotros, como cooperativas, creemos que vivimos un cambio paradigmático sustancial. Una empresa que es dueña de sus miembros, con un enfoque de distribución igualitaria de sus bienes y una agenda a largo plazo está preparada para resolver los problemas.

2025 es el año de las cooperativas. ¿Qué supone para la ACI?

Es un excelente momento. Estamos en un momento de transición significativo. El modelo de cooperativas y mutuales existe desde hace más de 200 años.

El modelo de cooperativas y mutuales existe desde hace más de 200 años.

Hay tres millones de cooperativas en el mundo y representamos el 12% de la humanidad. Además, ocupamos a 280 millones de personas.

Que este año haya sido elegido por Naciones Unidas como el de las cooperativas nos sirve para mostrar que nuestro modelo es capaz de dar soluciones en resiliencia y equidad.

¿Qué aporta el mundo cooperativo a la sociedad?

El modelo del cooperativismo ha mostrado largoplacismo. De hecho, hay evidencias de que cuando empresas se organizan a través de una cooperativa tienen más posibilidades de sobrevivir en el mercado.

El cooperativismo ha sobrevivido a dos guerras mundiales y lo está haciendo ahora también en este mundo cambiante.

¿Y las cooperativas del sector salud, en concreto?

Inclusividad. Las cooperativas del sector salud contribuyen a una sociedad más inclusiva, generando lazos sanos.

El cooperativismo busca conectividad en la sociedad y también en la organización de los centros de salud.

¿Qué retos enfrentan las cooperativas del área sanitaria actualmente?

El sector salud en general tiene que cuadriplicar sus inversiones en los próximos 30 años a nivel mundial. La gran pregunta es si las cooperativas serán capaces de seguir esa estela. Yo creo que sí, pero hay que ser creativos.

Las cooperativas deben innovar en soluciones tecnológicas y prepararse para las nuevas enfermedades. Hay muchos retos.

¿Cuáles deberían ser los objetivos a corto y largo plazo de las cooperativas del sector sanitario?

Deben estar preparados para los cambios: la demanda específica y sobre todo, la autonomía financiera social. Esos son los principales retos. Además, cumplir con legislación, obviamente.

Es importante que las leyes que se construyan beneficien al modelo cooperativo. En muchos países se ve una lucha para mejorar el sistema fiscal en favor de las cooperativas. Ahí hay un campo de trabajo.

El presidente de ACI en Madrid. Sara Fernández.

¿Considera que las economías desarrolladas incentivan lo suficiente las cooperativas?

No.

¿Por qué?

Lo veo en mi propio país. En Holanda ha habido una etapa de desarme de las cooperativas. En los años 50 y 60 se trabajó con estas empresas. Ahora el modelo vuelve a resurgir con más poder. Se nota en las cifras, siendo además plataformas atractivas para los jóvenes.

Es como una curva de desarrollo. El cooperativismo tuvo su nivel más alto hace 100 años. Se desarrolló hasta los años 60 y 70 en muchos países. Luego bajó y ahora está de vuelta.

¿Qué cambios debería haber en la sociedad para que se impulse de nuevo el modelo?

En realidad es un problema de algunos países. Por ejemplo, en Asia, el cooperativismo está creciendo muy fuerte y rápido.

¿Y cómo está la situación en España?

No conozco muy en profundidad el mercado, pero la economía social empujada por el Gobierno es muy buena noticia. Las cooperativas serán los elementos más avanzados de esta economía.

Pero debe haber herramientas, por ejemplo mediante incentivos fiscales y legislativos. Eso sería muy útil.

España es un país ejemplar porque cuenta con muchas cooperativas.

España es un país ejemplar porque cuenta con muchas cooperativas.

¿Cree que ante crisis económicas como las de los últimos años las cooperativas están mejor preparadas?

La resiliencia es un elemento identificativo del cooperativismo. Sus miembros no solo trabajan, sino que se identifican con su empresa y son sus dueños.

Si eres dueño de algo, automáticamente te sientes más responsable. Tienes voz y voto dentro de las juntas.

El tema aquí es cómo motivar a los jóvenes con talento para que se interesen por las cooperativas. Es un gran desafío porque una empresa ofrece sueldos muy altos, pero sin la sensación de formar parte de una familia.

El cooperativismo es algo que puede dar sustento a toda su vida.

¿Y cómo se atrae a los jóvenes?

Educación, educación y educación.