La pandemia de la Covid-19 ha dejado en stand by numerosos proyectos. Entre ellos, la integración de la sanidad privada en la red de donación de órganos. Esta iniciativa tuvo su punto de partida en 2019, sin embargo, la irrupción del coronavirus obligó a paralizar los trabajos en este sentido y centrarse en los pacientes infectados por el virus.

Fue en febrero de 2019 cuando se publicaba en el Boletín Oficial del Estado el convenio entre la Organización Nacional de Trasplantes y la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) para hacer oficial la participación de los hospitales privados en red la donación de órganos. Este acuerdo, que tendrá una duración de tres años, establece los términos en este sentido.

No fue hasta septiembre de ese mismo año cuando las comunidades autónomas aprobaron, por unanimidad, el convenio suscrito unos meses antes. A pesar de tener el ‘ok’ de las autonomías, la integración de la sanidad privada en esta red no ha llegado a ser una realidad debido a la pandemia de la Covid-19.

Según han confirmado desde ASPE, las comunidades autónomas y los hospitales privados “no han podido avanzar en este sentido”, ya que han centrado sus esfuerzos en la atención de los pacientes infectados por coronavirus.

También desde la ONT han informado de que no hay novedades. Este lunes, durante la presentación del balance de actividad de la ONT en 2020, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, dijo que se continuaba trabajando con el sector privado para completar su integración a la red de donaciones de órganos.

Captar más donaciones

El protocolo, desarrollado por la Organización Nacional de Trasplantes y la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), tiene el objetivo de aumentar el número de donaciones de órganos. Hasta ahora, este proceso se realiza de forma reglada en la sanidad pública. En ningún caso, el protocolo incluye el proceso de trasplantes, eso siempre lo hará la sanidad privada.

Según las previsiones de la ONT, la actividad de donación aumentará en un 10% gracias a la incorporación de la sanidad privada, lo que se traducirá en 400 trasplantes más al año. Para su inclusión en la red, los centros deben recibir la autorización por parte del Sistema Nacional de Salud y de la comunidad autónoma.

Un equipo médico realiza un trasplante.

Además, también pueden sumarse a esta actividad si reciben la autorización como hospital detector. Es decir, que pueda detectar a una persona que fallece en condiciones compatibles con la donación y trasladarlo a un hospital público de referencia para que sea allí donde se realice el proceso de obtención de los órganos y tejidos.

Otra de las condiciones para la participación de los hospitales en la red nacional de donación de órganos es establecer un acuerdo de colaboración entre el centro privado y el público, siendo este último el encargado de supervisar y tutorizar el proceso.

Últimos datos

Además de dejar a un lado el proyecto de integración de la sanidad privada a la red de donación de órganos, la pandemia también ha pasado factura en el balance de trasplantes en 2020.

Según los últimos datos ofrecidos por la ONT este mismo lunes, en España se han realizado 1.024 trasplantes menos que en 2019, lo que supone una reducción del 18,8%. En lo relativo a la donación, esta ha caído un 22,8% con respecto al ejercicio anterior.

En concreto, se realizaron 2.700 trasplantes renales, 1.034 hepáticos, 336 pulmonares, 278 cardíacos, 73 de páncreas y 4 intestinales.

A pesar de esta reducción, a directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, se mostró satisfecha por “haber logrado estos niveles de actividad en un año tan complicado”.

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