Valencia

El Corredor Mediterráneo, que conectará todo el sureste de España por ferrocarril desde Algeciras hasta la frontera francesa, corre un serio riesgo de nacer ya colapsado. ¿La razón? Que las obras en el país vecino no están yendo a buen ritmo. Tanto es así que la creación de nuevas vías en el tramo Béziers-Perpignan, imprescindible para la fluidez del trazado, podría no llegar hasta 2042.

Así se desprende de un informe elaborado por el Consejo de Orientación de Infraestructuras al que recurre el Gobierno francés para priorizar sus inversiones. El mismo fija un calendario que relega las actuaciones en el sureste del país enmarcadas en la denominada Red Transeuropea y antepone las del interior del estado, según detalla a El Español-Invertia el comisionado para el Corredor Mediterráneo del Gobierno de España, Josep Vicent Boira.

En concreto, los expertos franceses, en el escenario que contempla una menor inversión anual, proponen a su Ejecutivo finalizar las nuevas vías del tramo Montpellier-Béziers entre 2033 y 2035 y relegar las del trayecto Béziers-Perpignan hasta 2042.

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Ante tal circunstancia, Boira alerta de que, una vez concluidas las obras en España, podría producirse "un colapso, un problema de capacidad" por la inexistencia de una infraestructura adecuada más allá de los pirineos.

"Cuando todo el Corredor Mediterráneo este disponible con ancho de vía internacional y, a medio término, estén también conectados todos los puertos, aumentará tanto el tráfico que podemos tener un colapso, un problema de capacidad", subraya. El dirigente, en cambio, contrapone que "esto no impediría el paso de los trenes, que podrían seguir circulando".

El comisionado para el Corredor Mediterráneo advierte además de que el mencionado tramo Béziers-Perpignan se encuentra actualmente en una zona costera muy vulnerable ante fenómenos como las Danas que pueden dejarlo sin servicio. La actuación pendiente, entre otras cosas, trata de reducir este inconveniente.

Josep Vicent Boira. Efe

Pese al escenario descrito, Josep Vicent Boira se muestra esperanzado. Considera que Francia podría cambiar de opinión y elevar la inversión por dos motivos. En primer lugar, "por la vía de los hechos, al constatar las dinámicas que vana producirse, cuando vea que los tráficos aumentan y ello le exija mejorar su red"

Y, en segundo lugar, por "la presión política" que, a su juicio, "debería ejercer Bruselas sobre el estado francés" para que cumpla con los compromisos adquiridos. Y no solo la administración comunitaria.

El dirigente cree que también debería encenderse la alerta en naciones como Alemania, donde el Grupo Volkswagen cuenta con esta infraestructura para conectar con sus fábricas en la Península Ibérica.

Almería 2026

Frente a la lentitud en Francia, el Gobierno de España está acelerando la infraestructura para recuperar el tiempo perdido. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se comprometió el pasado mes de noviembre ante 1.500 empresarios a lograr en 2026 la esperada conexión ferroviaria entre Almería y Francia. También a concluir toda la infraestructura en 2030 -desde Algeciras-.

Así ocurrió en el 6º Acto Empresarial y Segundo Chequeo Semestral del Corredor Mediterráneo, celebrado en Barcelona. Se trata de una herramienta de presión impulsada desde hace seis años por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).

Raquel Sánchez tomó la palabra en el evento tras encajar una dura cascada de críticas de todos y cada uno de los invitados que participaron. La organización lamentó "los más de 25 años de retrasos que acumula la construcción del Corredor Mediterráneo".

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Ante la pregunta clave de la incisiva presentadora, respondió que el Ejecutivo "mantiene su compromiso", el de lograr en 2026 la esperada conexión ferroviaria entre Almería y Francia. El total del proyecto, que se prolongará hasta Algeciras, tendrá que esperar a 2030. El objetivo final es conectar el norte y el sur de España por ferrocarril con doble plataforma de ancho internacional y Alta Velocidad para el transporte de pasajeros.

En el repaso de las actuaciones, los empresarios reclamaron siete hitos pendientes para 2022. Se trata de la finalización de las obras del túnel de Castellbisbal (Barcelona); o la finalización de la colocación del tercer carril en la vía restante entre Castellón y Valencia.

También de la puesta en funcionamiento de la vía única en ancho ibérico en el tramo Moixent-La Encina; los proyectos de los tramos restantes de la línea Murcia-Cartagena; el proyecto del soterramiento de Lorca; la definición de la alternativa a la línea Almería-Granada; y la solución de la electrificación en el tramo Ronda-Bobadilla.