Barcelona

Nuevo paso al frente de Wallbox. El fabricante de cargadores especializado en la gestión energética doméstica ha abierto en la Zona Franca de Barcelona su nueva planta de fabricación. Un movimiento que también va a ser clave para la instalación industrial tras la salida de Nissan a finales del pasado año.

La nueva planta ha supuesto una inversión de aproximadamente 9 millones de euros. Actualmente, da trabajo a 203 personas, pero está previsto que, cuando esté funcionando a máxima capacidad y operando a tres turnos, emplee a más de 520.

Enric Asunción, CEO de Wallbox, ha recordado cómo sólo hace siete años Wallbox era una idea que fue tomando forma en medio de una boda mientras conversaba con su actual socio, Eduard Castañeda. "Hoy es un día muy importante para nosotros que nos va a ayudar a acercarnos más a nuestro objetivo: acelerar la transición al coche eléctrico y la gestión energética".

El evento, celebrado en la planta de Wallbox, ha contado con la participación de la ministra de Industria, Reyes Maroto; el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el president de la Generalitat, Pere Aragonés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. 

Maroto ha destacado que la puesta en marcha de esta instalación es un ejemplo del "espíritu innovador de Wallbox está permitiendo reaccionar con mayor rapidez ante la crisis global de suministro, debido a la escasez de componentes en el mercado internacional".

Flexibilidad ante la incertidumbre

Galán, por su parte, ha mostrado su compromiso con una compañía de la que Iberdrola es socia y cliente, al mismo tiempo. "Hoy se cumple un hito en la historia de una empresa que nos llena de alegría porque os acompañamos desde el primer momento. Somos vuestro primer accionista y vuestro primer comprador de cargadores privados y públicos. Queremos seguir acompañando a Wallbox en su camino, para lo que hoy anunciamos que apostaremos por vuestro nuevo modelo de carga pública Hypernova".

La nueva fábrica de Wallbox en Barcelona se pone en marcha poco más de un año después de que la empresa y el Consorci de la Zona Franca firmaran el contrato de arrendamiento de los terrenos que tiene una vigencia de 10 años. Construida en un terreno de 16.800 metros cuadrados, la fábrica tiene 11.220 metros cuadrados. Esta superficie está ocupada por una zona de oficinas, un almacén para los materiales, otro para los cargadores ya producidos y que están a punto de ser enviados, las líneas productivas y un área de validación.

En total, la planta cuenta con cuatro líneas de producción: dos dedicadas a fabricar los cargadores Pulsar+, Copper, Commander2 y Quasar para Europa y otra que produce Pulsar y UL para el mercado norteamericano. La cuarta línea está destinada a fabricar en exclusiva el Supernova, el primer cargador público de Wallbox.

72 horas cada entrega

Las líneas de producción tienen un alto nivel de automatización y están diseñadas para que un cliente reciba su cargador en tan solo 72 horas (este es el lapso de tiempo que pasa entre que se aprueba una orden y esta es expedida al cliente final). Actualmente, en la nueva factoría de Wallbox en Barcelona se producen casi 1.200 cargadores diarios y este año esperan llegar a las 500.000 unidades. 

A partir del tercer trimestre de 2022 está previsto que en el tejado de la factoría se instalen 4.500 metros cuadrados de paneles solares que suministrarán 900kW de potencia renovable a la fábrica, lo que supone entre el 30% y el 60% de las necesidades energéticas estimadas que tiene el proceso productivo. Esta instalación se calcula que supondrá un ahorro equivalente al consumo de más de 400 hogares (cálculo hecho según la media de consumo eléctrico en un hogar español).

A lo largo de este 2022, se espera que los paneles solares se conectarán al sistema Sirius, el software de gestión de energía desarrollado por Wallbox. Sirius no sólo integra los paneles solares, sino también los cargadores bidireccionales Quasar se espera que se instalen en el aparcamiento de la nueva fábrica -habrá unos 30- y que permiten tanto cargar los vehículos eléctricos como descargar sus baterías para suministrar energía eléctrica al edificio.

Apuesta por la innovación

"Wallbox es una compañía que no se conforma, y que siempre está buscando la manera de innovar y de facilitar la vida al usuario. Es por este motivo que cada año destinamos una parte muy importante de nuestro presupuesto a innovación. Pero no sólo esto, sino que, además, un tercio de nuestra plantilla, unos 300 ingenieros, están dedicados a ello. Sabemos que nuestro futuro como compañía pasa por ir siempre un paso por delante y avanzarnos al mercado y a las necesidades del consumidor", ha concluido Asunción.

La compañía tiene otros dos laboratorios donde desarrolla tanto sus productos como las herramientas de validación de todos los cargadores producidos: uno en la sede central de Barcelona y otro en California (Estados Unidos). Y es que la innovación y, por lo tanto, la inversión en I+D+I es una de las prioridades de la compañía. En el año 2021, Wallbox invirtió en este concepto 12 millones de euros.

Así las cosas, una de las compañías más prometedoras de la nueva generación de empresas españolas consolida su posición para convertirse en uno de los actores claves de la gestión energética doméstica. Un segmento con un potencial enorme en el horizonte para hacer frente a la inestabilidad económica presente y futura. 

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