Cerca de tres décadas y media en los mercados financieros. Ese es el tiempo que ha pasado Didier Saint-Georges analizando y gestionando acciones y bonos para los inversores, haciéndoles ganar (mucho) dinero a través de los fondos de inversión de Carmignac en los últimos 15. Pero todo camino llega a su fin.

El gestor francés anunció hace unas semanas que se jubilará el próximo 1 de octubre. Los inversores de medio mundo se quedan huérfanos de uno de sus principales gurús, el que ha sido número dos de Edouard Carmignac y el principal ejecutor de la filosofía del grupo galo, responsable de 41.000 millones de euros en activos.

“Es fácil ser grande, pero no es tan fácil ser grande y eficiente al mismo tiempo”, dice como colofón a una extensa y exitosa carrera, alabando el espíritu y los mimbres de Carmignac. Sus orígenes, no obstante, se remontan a entidades como JPMorgan y Merrill Lynch, grupos que le llevaron a grandes capitales como Nueva York, Londres y París. Siempre París y su glamour.

Saint-Georges ha estado de paso por España varios días, explicando a los clientes cómo quedarán los fondos de inversión que tienen contratados una vez él se retire definitivamente. Y el mensaje solo es uno: continuismo. El gestor reservó un hueco para Invertia, a quien ha concedido su última entrevista a un medio de comunicación español mientras aún está en activo. Está convencido de que a Edouard, el alma mater de Carmignac, todavía le quedan ‘pilas’ para rato y de que es bastante improbable ver a la mayor gestora independiente del país vecino y una de las principales de Europa involucrada en una operación corporativa.

¿Qué mercado financiero se encontró usted cuando empezó y qué mercados nos deja ahora, en un 2021 post-Covid?

Empecé en este negocio en septiembre de 1987, y en octubre de ese mismo año hubo un crash de mercado. He vivido varias crisis: las puntocom, Lehman Brothers… Hay una lección de todas ellas. Una burbuja no crece de la nada, crece en torno a una realidad. Luego la realidad está totalmente sobreextendida, se hace excesiva y, por tanto, hay una corrección. Una burbuja es una exageración de la realidad. Pero eso no cambia la realidad. Si miras los años 2007-2008 y tenías a las grandes compañías ganadoras, si habías hecho lo correcto, incluso con la corrección, diez años después estas compañías son mucho más fuertes.

Como inversor, tienes que manejar el riesgo de mercado, las crisis, porque sino no sobrevives. Pero también tienes que recordar que siempre hay tendencias que sobreviven a las crisis, y es igualmente importante capturar estas tendencias.

De esta última crisis del coronavirus hemos aprendido una cosa. Por primera vez, se admitió que no era suficiente con los bancos centrales para proporcionar liquidez al sistema. Esta vez los gobiernos han tenido que dar un paso al frente con medidas de política fiscal extraordinarias. Pero este bombeo de liquidez ha inflado todo, incrementando la discrepancia entre la economía real y el precio de los activos financieros, y volviendo a alimentar burbujas en los activos financieros. Por eso vamos a tener que tener en cuenta otra vez la doble vertiente: gestión de riesgos y aprovechar las tendencias de largo plazo.

Como inversor, tienes que manejar el riesgo de mercado, pero también capturar las tendencias de largo plazo. Y ahora se están volviendo a alimentar burbujas en los activos financieros

¿Y cuáles son las compañías que sobrevivirán al coronavirus?

Las tendencias de largo plazo están otra vez ligadas a la tecnología. Si tenemos más inflación en el futuro, habrá que ver cuáles son las compañías que son capaces de resistir un aumento de los costes. La clave diferenciadora es el poder de fijación de precios, la capacidad de proteger los márgenes. Porque el crecimiento potencial se mantiene muy bajo, quizá en el 2%. Las compañías que lo hagan bien en un escenario de bajo crecimiento continuarán siendo las mejores. Hay una prima hacia la calidad.

Quizá una cosa que cambie sea la inflación. Esta crisis ha creado una profunda dislocación, no solo en los mercados financieros, en todos lados, también en la economía real. Ahora la demanda está subiendo, la gente está normalizando su vida, pero los inventarios bajos crean una gran escasez en muchos materiales. Desde semiconductores a comida, pasando por materias primas. Estas escaseces no son fáciles de reparar. Y esto genera un riesgo.

La población en su conjunto tiene más ahorro tras la pandemia, la escasez va a generar un aumento de los precios de los bienes, pero hay algunos sectores donde las compañías no tendrán el poder de fijación de precios y para estas compañías habrá un estrechamiento de márgenes, porque si el precio finalista no crece tan rápido como el precio mayorista, el margen lo pagará caro. Esta crisis ha reforzado la ventaja competitiva de los actores poderosos con poder de fijación de precios. 

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. BCE.

¿Qué balance hace del mandato de Christine Lagarde al frente del BCE?

Lagarde lo tiene mucho más fácil que Jerome Powell. El BCE tendrá algunos hitos en cómo reduce su apoyo monetario, pero será muy progresivo. En Estados Unidos, sin embargo, la Fed tiene que afrontar un aumento de los precios en el sistema más acusado. Allí la duda es: ¿Cómo controlo el aumento de la presión inflacionaria sin hacer estallar la burbuja? Va a ser un trabajo complicado en los próximos 12 meses por su parte. Lagarde no está en esta situación todavía. Europa puede seguir en un escenario de apoyo monetario al estilo dovish y muy progresivo en la retirada de estímulos.

¿Cuál es la clave del éxito de Carmignac?

Proteger el dinero de los clientes cuando hay crisis y, al mismo tiempo, no perder de vista y capturar las tendencias de largo plazo. El refrán anglosajón dice que “long term is your friend” (“el largo plazo es tu amigo”), pero a un cliente final no puedes decirle que en un año de crisis su fondo ha perdido un 30% o un 40%, porque en ese mismo momento se termina tu relación con él.

En las últimas décadas, hemos sobrevivido a muchas crisis y hemos destacado positivamente en ellas. Eso nos hizo famosos y es ahí donde se generó nuestra reputación. Pero también hemos capturado en los últimos 30 años el superciclo de las materias primas, el ascenso de los mercados emergentes o la ola tecnológica.

A medida que los mercados se han hecho más complejos y nosotros hemos gestionado más dinero, hemos reforzado los equipos con más gestores de fondos, analistas u otros recursos, pero también hemos detectado que no es suficiente con eso. Todavía necesitas eficiencia en tu proceso de decisión. Puedes tener equipos enormes pero sufrir el riesgo de no tener la agilidad o la capacidad de decisión necesaria cuando hay que tenerla. Nosotros hemos sabido compaginar todo este aumento de los recursos con un efectivo proceso de toma de decisiones. Es fácil ser grande, pero no es tan fácil ser grande y eficiente al mismo tiempo.

El comité de inversión estratégico, con Edouard Carmignac en el centro. Carmignac.

¿Cuál cree que será el fondo estrella de la casa dentro de cinco años? ¿Seguirán siendo Carmignac Patrimoine y Carmignac Sécurité los más vendidos como hasta ahora?

Si yo como cliente tuviera suficiente tolerancia a la volatilidad, quizá compraría un fondo puro de renta variable. Carmignac Investissement es un gran fondo, pero tienes que ser consciente de la volatilidad inherente que puede haber en esta clase de activo. En España, pero también en Francia o Italia, hay mucha aversión a la volatilidad, y esto me lleva a pensar que la preferencia por fondos diversificados y conservadores permanecerá muy fuerte, por lo que aún hay recorrido para fondos como Carmignac Patrimoine o Carmignac Sécurité, que gestionan el riesgo.

¿Es su retiro el paso previo a la jubilación de Edouard Carmignac?

Edouard se encuentra muy bien, como lo estoy yo. Además, todavía siente pasión por este negocio, y al mismo nivel que otras pasiones suyas como el arte contemporáneo o el deporte. Pero él tiene la capacidad de disfrutar de todas estas pasiones juntas a la misma vez. Ha dejado claro que su hija Maxime tomará las riendas en algún momento. Ella ha ido asumiendo una importancia cada vez mayor en los últimos años pero, en este momento, no veo en él una señal de que se quiera retirar en el futuro próximo.

Maxime Carmignac. ALFI.

¿Quién le sustituirá a usted como director general y dentro del comité de inversión estratégico?

Nadie es indispensable. No necesito ser reemplazado por nadie en concreto, hay un equipo muy cohesionado con un proceso donde todos participan. El comité de inversión estratégico se ha ampliado en una persona recientemente con Keith Ney y ahora se reducirá en una persona cuando yo salga, y así está bien. Es exactamente lo que se necesita: un comité focalizado y eficiente.

¿Ve probable que Carmignac acabe siendo partícipe de una operación corporativa con otra gestora?

Edouard y Maxime han dejado muy claro su deseo de que Carmignac continúe siendo independiente. Primero, hay una cultura de control que siempre ha estado convencida de que la independencia y la libertad son condiciones absolutas para mantenerse tan efectivos. Si te metieras en una operación, perderías efectividad. Ser independiente está en el ADN de la compañía. Pero es que, además, la experiencia dice que, cuando las firmas independientes pierden su independencia, rápidamente empieza su retirada o declive. En este negocio, ser independiente es una ventaja competitiva.

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