La primera reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en 2019 constató este jueves que la entidad presidida por Mario Draghi es consciente del frenazo que está protagonizando la economía europea. El banquero italiano no ocultó que "los últimos datos han sido más débiles de lo esperado" y que los riesgos sobre el crecimiento se han movido a la baja -a peor-

Partiendo de este diagnóstico, adoptado "por unanimidad" en el seno del Consejo de Gobierno de la institución, Draghi manifestó que el BCE necesita más tiempo y más datos para calibrar si esta desaceleración es pasajera o si, por el contrario, ha venido para quedarse. Aludió, de hecho, a la siguiente reunión, que se celebrará el 7 de marzo, para aclarar más la posición de la entidad. O dicho de otro modo: será dentro de mes y medio, ya con más estadísticas y con sus nuevas previsiones económicas en la mano, cuando decidirá si sigue adelante con su hoja de ruta actual, con la que mantiene sobre la mesa la posibilidad de subir los tipos de interés este año aunque nunca antes del verano, o si por el contrario la rectifica para descartar un encarecimiento del precio del dinero en 2019. 

"Draghi ha ofrecido un tono claramente 'dovish' (blando)", constata Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G. "Ha comprado tiempo para poder valorar el impacto a futuro y tomar decisiones de política monetaria al respecto. En la reunión de marzo tendremos nuevas proyecciones económicas de los países miembros que ayudarán al BCE a medir la actual ralentización económica", añade.

UN PANORAMA CONOCIDO

En cualquier caso, las evidentes reservas mostradas por Draghi y por el comunicado del BCE, que se sustentan en los débiles datos de actividad económica y empresarial que se están conociendo en países como Alemania, Francia o Italia, anticipan un escenario que para los ahorradores y los inversores particulares no diferirá del visto en los últimos años. Es decir, baja o nula rentabilidad en los productos más conservadores, necesidad de invertir en activos con mayor riesgo si se quiere aspirar a rendimientos que batan la inflación y un euríbor a 12 meses que, siguiendo, la estela de las intenciones del BCE tampoco tiene motivo para correr mucho a la hora de volver a cotas positivas. 

Aunque en ningún caso se esperaba que el BCE subiera los intereses con prisa en 2019, ya que como mucho se vislumbraba una subida de 15 o 25 puntos básicos tanto en los tipos oficiales, que por ahora siguen en el 0%, como en los de la facilidad de depósito, instalados en el -0,40% desde marzo de 2016, al menos se esperaba un ligero despertar de la rentabilidad de los depósitos en la recta final del año y del euríbor en el transcurso del ejercicio. Sin embargo, los temores manifestados por el BCE apuntan a un retraso en este calendario e incluso a la posibilidad de que ponga en marcha nuevas medidas expansivas. "Nuestra caja de herramientas sigue estando disponible", avisó Draghi. 

"Tras el castigo sufrido en la bolsa y los fondos el año pasado, 2019 seguirá siendo un año desafiante para los ahorradores"

El escenario, por tanto, continuará siendo desafiante para los ahorradores particulares. Primero, porque los productos a los que están más habituados aún seguirán anclados a un precio del dinero que es posible que se mantenga en el 0% todo 2019. Y segundo, porque tras el decepcionante resultado de 2018, en el que todas las categorías de fondos de inversión sufrieron pérdidas y en el que el Ibex 35 cayó un 15%, la inversión en productos con mayor riesgo puede ser vista con recelo. 

Actualmente, las letras del Tesoro a 12 meses no son una alternativa porque permanecen fuera del alcance de los particulares porque su rentabilidad sigue en terreno negativo. En el caso de los depósitos a 12 meses, según los datos del Banco de España (BdE) su rentabilidad es inferior al 0,1%. 

En cambio, los mensajes del BCE supondrán un alivio adicional para quienes tengan una hipoteca variable referenciada al euríbor a 12 meses. A la espera de lo que ocurra en marzo, todo indica que la referencia hipotecaria aún permanecerá una temporada bajo el 0%. Los últimos datos diarios se sitúan entre el -0,115% y el -0,12%, con lo que en enero prolongará la secuencia de mínimas subidas mensuales que viene firmando desde abril, que no le impiden seguir bajo el 0%, un terreno en el que ya va a cumplir tres años seguidos. 

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