Mis finanzas

¿Cansado de los fondos? 5 alternativas inusuales para invertir el patrimonio

Cuando se habla de poner a trabjar el patrimonio siempre pensamos en fondos, depósitos o el ladrillo. Sin embargo, la gama de productos de inversión es enorme y varía desde los los macabros "tontines", hasta los complejos productos estructurados.

18 junio, 2016 19:04

información facilitada por Value Tree

Cuando decidimos invertir nuestro patrimonio, siempre elegimos un serie de productos estándar como la renta variable o la renta fija. ¿Es que acaso hay otras formas? Sí, sí, es verdad, el ladrillo, el arte, las joyas¿ pero aquí les exponemos (que NO proponemos) una serie de formas de invertir el patrimonio de forma, digamos, más excéntrica.

En primer lugar, empezamos con los Tontines. ¿Queréis invertir como se hacía en el siglo 17? Entonces tenéis que mirar a esta forma de invertir, en la que se paga una anualidad cuando un grupo de inversores se sindica y aporta cierto patrimonio a una bolsa común. En los primeros años, los tontines que se reparten son pequeños. Pero este dividendo incrementa, ojo al dato, cuando el primer inversor fallece.

En segundo lugar, continuamos con los Productos Estructurados. En éstos se incluyen un vasto universo de productos pero, en esencia, es mezclar las características de varios productos, ponderándolos en función de su binomio riesgo-beneficio. El típico producto estructurado es un bono cupón cero soportado con una serie de derivados. El objetivo de este tipo de productos es mantener el patrimonio invertido en mercados bajistas y participar en un porcentaje de la subida del subyacente al que hace referencia. En algunos casos, se les llaman productos garantizados. Créanos, que de garantizados, poco.

Por otra parte, nos llama la atención los Peer-to-Peer Lending (sería algo así: los préstamos entre particulares). Por menos de un 1% de comisión (por favor, comparadlo con el que os carga el banco), la página de peer-to-peer lending, Prosper.com, pone en contacto personas que quieren recibir un préstamo con los que los ofrecen. Evidentemente, se hace un proceso exhaustivo de selección de los participantes. La mayor parte de los préstamos son entre 2.500 y 5.000 dólares, y son pagados en tres años. Los retornos que puedes obtener son algo mejores de los que puedes encontrar en un depósito o en deuda a muy corto plazo.

Otra de las formas son las Master Limited Partnerships (sólo en EEUU). Los MLPs no son una nueva y rompedora forma de invertir. Lo que pasa es que no han estado en el radar de los inversores desde hace mucho tiempo. Una de las razones es porque los brokers no han encontrado ningún tipo de incentivo para distribuirlos y otra de las razones es porque el beneficio de estos MLPs viene de las eficiencias fiscales que se producen, desincentivando a los inversores institucionales (grandes compradores). Normalmente, un sponsor, que también lleva el control financiero, pone en común ciertos proyectos (energéticos sobre todo) y paga un dividendo a los inversores de ese MLP. Sería como una YieldCo o una REIT, pero más pequeño.

Por último, ¿quieres sentirte como un Hedge Fund pero sin aportar mucho patrimonio? Lo tuyo podría ser un ETF. Éstos son productos que intentan replicar índices de renta variable, renta fija, el precio de las commodities o de otros productos como el mercado inmobiliario. Los ETFs, que obedecen a las siglas anglosajonas de Exchange-Traded Funds cotizan en el mercado, ofreciendo la posibilidad a los inversores de invertir en ciertos productos que, per se, son difíciles de replicar. Un ejemplo de estos productos son los ETFs sobre el oro, que intentan replicar o mejorar el comportamiento del oro invirtiendo a través de oro físico, mineras o comercializadores. Su desconocimiento sobre su funcionamiento, es la mejor razón para no recomendarlos.