La volatilidad desatada en los mercados ha provocado también fuertes bandazos de precio en el mercado de materias primas. El responsable de ventas de WisdomTree España, Adrià Beso, repasa sus previsiones en este ámbito y comenta que “el oro tocará los 2.200 dólares con una recuperación en U” que alargue la búsqueda de refugio inversor.

Esta cota es la que el experto baraja para finales del primer trimestre de 2021. En este sentido, subraya que la recuperación económica en U es el escenario base que maneja la firma y que desde los 1.700 dólares por onza que actualmente marca el oro, este pronóstico indica que “puede subir unos 500 dólares”.

Si la recuperación fuese más ágil y tuviese forma de V, desde WisdomTree consideran que la onza podría alcanzar los 1.960 dólares en el corto plazo. Eso sí, advierte de que “en el cuarto trimestre del año o el primero de 2021, cuando la economía acelerase de forma más brusca, vemos una previsión más negativa, bajando hasta los 1.500 dólares otra vez”.

El responsable de la firma especializada en inversión sobre materias primas relata que “el año empezó muy bien para los ETF, con muchas entradas”. Sin embargo, señala que, “a medida que empezó a llegar el coronavirus y la crisis actual, hubo muchas salidas de capital, tanto en renta variable como en renta fija”. Los fondos cotizados sobre bolsa acumulan actualmente 5.000 millones de reembolsos, mientras que sobre el oro “se han producido 9.000 millones en entradas en Europa, y más de 24.000 millones a nivel global”.

Con todas estas premisas, Beso considera que “el oro es una buena oportunidad en estos momentos, tanto para un inversor conservador y estratégico, porque actúa como activo refugio, como para un inversor más táctico que sólo busque la revalorización del activo”.

Más allá de las materias primas, desde WisdomTree apuntan a las megatendencias, con el foco en tres segmentos: inteligencia artificial, computación en la nube y desarrollo de baterías. “Son las tres donde tenemos estrategias y, si tuviéramos que mirar a una de las tres a corto plazo, creemos que el cloud computing es el que tiene más potencial de beneficiarse de la situación actual” por sus implicaciones para el teletrabajo, explica Beso.

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