Esta prudencia también viene motivada por la variable delta y la posible amenaza de mayores restricciones en países como Australia, Nueva Zelanda o China, además de un temor regulatorio más estricto y una caída en la inercia en el crecimiento de la principal economía asiática.

IAG sigue muy penalizada, venía de sufrir fuertes pérdidas durante el primer trimestre y de realizar una nueva emisión de deuda. Se esperaba que durante el segundo trimestre pudiese retornar la situación pero con la variable delta no ha sido posible.

Aun así, la consolidación en el sector tras la compra de Air Europa, el programa de vacunación masiva, el cese del incremento en el endeudamiento y la recuperación en los ingresos durante el segundo trimestre podrían ser el catalizador esperado para que la aerolínea retome la tendencia alcista en la cotización.

Las casas de análisis tienen un objetivo claro de valoración actual entre los 2,5 y los 2,9 euros la acción.

A nivel técnico, la compañía rompió la tendencia alcista en junio tras la aparición de la variable delta, esto propició la pérdida del soporte de los 2,1 euros. Actualmente, se ha frenado en un doble suelo marcado en los 1,82 euros.

Dada la circunstancia que envuelve a la aerolínea presenta un buen punto de entrada, podemos controlar el riesgo con un stop loss por debajo del soporte antes mencionado y con un primer objetivo en los 2,55 euros dado que dicho nivel presenta una fuerte resistencia.