Adrián Hostaled
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Telefónica llega a 2026 tras el shock del nuevo plan “Transform & Grow” y la rebaja del dividendo, pero también con un discurso mucho más ortodoxo en balance, deuda y asignación de capital, que crea las condiciones para un rebote si el mercado empieza a creerse el plan.

La clave ahora no es tanto el anuncio estratégico (que ya está en precio) como su ejecución: mejora del FCF, reducción de la deuda y movimientos corporativos que revaloricen activos o simplifiquen el perímetro.

Telefónica baja un 12,5% en bolsa este año, convirtiéndose en una de las cotizadas del Ibex 35 más castigadas durante el 2025 junto a Cellnex y Puig. Los 0,30 euros por acción del dividendo en 2025 se reducirán hasta la mitad, 0,15 euros acción, en 2026.

El objetivo es reforzar balance y reducir deuda, algo positivo para el accionista, pero la reacción inicial fue negativa, actuando como catalizador bajista que terminó de hundir el precio por título en este final de ejercicio.

Por tanto, las caídas de doble dígito tras su último Capital Markets Day pusieron en precio este recorte a futuro. Al mismo tiempo, el recorte del dividendo libera caja con el que se podría reducir deuda y tener capacidad para crecer en Europa si aparecen oportunidades.

Perspectivas para 2026

Telefónica sitúa actualmente la deuda neta en torno a 28.000 millones, y sostiene un compromiso explícito de disciplina financiera y reducción progresiva de apalancamiento hacia las 2,5 veces deuda neta/EBITDAaL a 2028. El plan “Transform & Grow” marca los objetivos de crecimiento que la cotizada española persigue para los próximos años.

Entre ellos, el plan fija un crecimiento anual compuesto de ingresos del 1,5‑2,5% entre 2025‑2028, acelerando al 2,5‑3,5% entre 2028‑2030. Para el EBITDA ajustado, la guía es también de 1,5‑2,5% CAGR en 2025‑2028, subiendo a 2,5‑3,5% en 2028‑2030.

En paralelo, el ahorro de costes se cifra en 2.300 millones en 2028 y 3.000 millones en 2030, vía digitalización, simplificación de la estructura y ajustes adicionales de plantilla.

Por ello, el mercado quiere apreciar una reducción de la deuda neta ya desde 2026, y que esta se mantenga de forma visible año a año, sin que haya sorpresas negativas con su rating. Dadas las circunstancias, otro objetivo que se va a pedir en las próximas presentaciones de resultados es que el FCF por acción crezca pese al menor dividendo, de modo que el mercado vea espacio futuro para recompras o subidas de dividendo más adelante.

Telefónica necesita una ejecución impecable de su plan estratégico para recuperar la confianza del mercado. Entre otros hitos, debe materializar los ahorros de costes anunciados, con visibilidad clara en los segmentos clave (OPEX, capex, simplificación de redes, EREs pactados).

Análisis técnico de Telefónica

El RSI de 14 sesiones se sitúa en los 36,1 puntos, cerca de la zona de sobreventa para Telefónica. Todo ello debido a la corrección de las últimas semanas que también sitúan el valor por debajo de las medias móviles exponenciales clave, de 50, 100 y 200 sesiones.

La acción termina el año estableciendo un suelo por debajo de los 3,5 euros. Para un rebote bursátil en los próximos meses hace falta alguna señal temprana en márgenes o FCF 2026 de que la disciplina de CAPEX empieza a aflorar.

Otro vector positivo sería una mejora en las previsiones del sector de las "telecos europeas", en el que actualmente se descuenta mucho escepticismo sobre su crecimiento.

En cualquier caso, Telefónica ya ha hecho la parte impopular (recorte del dividendo y exposición de las carencias del balance). 2026 será un examen de credibilidad en el que necesita mostrar reducción de la deuda y algo de crecimiento orgánico.

Las claves

***Adrián Hostaled, analista de mercados.