Las claves
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El tono más conciliador de Donald Trump hacia China, tras anunciar el viernes nuevos aranceles al país asiático, ha aliviado parcialmente el temor a un repunte de la tensión comercial. Aun así, persisten las dudas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo estable.
El Ibex 35 cerró ayer con un avance del 0,42%, hasta los 15.540 puntos, aunque no será hasta que recupere los 15.600 puntos con los filtros suficientes cuando se restablezca la confianza y la estabilidad en el índice. Entre los valores de su composición, destaca el comportamiento positivo de las acciones de Redeia Corporación, que divergen del tono negativo del selectivo español.
El sector eléctrico atraviesa un momento favorable, impulsado por recientes revisiones al alza en los precios objetivo de varias de sus compañías. Iberdrola ha visto incrementado su precio objetivo en 1 euro, de 15,50 a 16,60 euros. Endesa también ha mejorado sus perspectivas desde 26,30 hasta 28 euros por acción, mientras que Naturgy lo ha hecho de 25,30 a 25,50 euros.
Además, un hecho relevante está impulsando a Redeia: Indra está ultimando los trámites para comprarle la compañía de satélites Hispasat. La operación está pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de la adquisición de al menos el 0,1% de Hispasat y de la ratificación por parte de la junta de accionistas.
Indra alcanzó un acuerdo con Redeia para adquirirle el 89,68% de Hispasat por 725 millones de euros. La transacción incluye la participación del 43% que Hispasat posee en Isdefe Satcom (ISDEFE-SAT), operador de servicios gubernamentales por satélite con actividad destacada en el ámbito de la defensa.
Analizando los títulos de Redeia desde el punto de vista técnico, se observa que el valor viene formando una sucesión y pauta de máximos decrecientes desde que alcanzó, en abril, sus máximos anuales en formato intradiario en la zona de los 18,87 euros por título.
Ese nivel sirvió como punto de partida para los bajistas, que iniciaron un ajuste correctivo que, tras una volatilidad inusual, llevó el precio hacia los mínimos de septiembre, próximos a los 16 euros por acción. En este tramo bajista Redeia se dejó algo más del 15% de su capitalización bursátil.
Evolución de las acciones de Redeia Corporación
En los últimos meses, Redeia ha mostrado un comportamiento lateral, comprendido entre los 16,05 euros por la parte baja y los 16,85 euros por acción en la parte alta. En el gráfico se aprecia un incremento del volumen de negociación cada vez que el valor se aproxima a los 16 euros, síntoma claro de una fase de acumulación aprovechando cualquier retroceso hacia ese nivel.
En la sesión de hoy, Redeia ha dejado abierto un pequeño hueco alcista en la apertura, mostrando intención de superar los 16,85 euros como zona clave de resistencia horizontal. Superar este nivel mejoraría su aspecto técnico tanto a corto como a medio plazo.
Si trazamos los niveles de retorno proporcional de Fibonacci al último proceso correctivo —desde los 18,03 euros alcanzados en julio hasta los 16,05 euros de septiembre—, se observa que la zona de los 16,81 euros coincide con el 38,20% de dicha proporcionalidad, constituyendo así una referencia técnica muy relevante en cuanto a resistencia para el corto plazo.
Con este escenario técnico, para tomar posiciones compradoras en Redeia y evitar riesgos de correcciones que puedan dejar atrapados a los inversores, será necesario registrar dos cierres diarios consecutivos o uno semanal por encima de los 16,85 euros.
Este hecho elevaría las probabilidades de ir a buscar la zona de los 17,04 euros como primer objetivo de corto plazo y, posteriormente, los 17,27 euros por acción como extensión del movimiento de continuidad tras el rebote.
Además, la posición no debería superar un tercio del capital destinado a valores de estas características, dado que el Ibex 35 continúa en fase correctiva, aún sin superar los máximos anuales, lo que incrementa sensiblemente el riesgo de continuidad en el proceso correctivo actual y refleja síntomas de agotamiento comprador.
La orden de protección asociada a esta estrategia debería situarse de modo que no se pierda más del 3% desde el nivel de entrada.
