El Ibex 35 logra cerrar la semana en positivo. El selectivo de la Bolsa española ha sumado un 0,59% en una semana marcada por la mejora de la opa de BBVA sobre Sabadell y la fortaleza de la economía estadounidense.
El Ibex 35 hubiera terminado la semana en negativo si no hubiera sido por la subida de este viernes. El índice ha repuntado un 1,3%, hasta los 15.350,44 puntos.
ArcelorMittal (+2,42%), Acerinox (+2,42%), Bankinter (+2,39%) y Sabadell (+2,31%) han liderado los avances. Las mayores caídas han sido las de Solaria (-2,87%), Aena (-1,25%) y Rovi (-1,24%).
Gracias al empuje del sector bancario y de las siderúrgicas, el Ibex 35 pone rumbo hacia los máximos del año, los 15.443,9 puntos. Rebasar dicha cota implicaría navegar en niveles no vistos desde 2007.
El selectivo ha terminado en positivo una semana en la que ha llegado a caer hasta los 15.052 puntos. Lo hizo en la sesión del lunes cuando sufrió un descenso del 1,17%, el más abultado de la semana.
Así cierra el Ibex 35
El selectivo se vio afectado por el retroceso del sector bancario, especialmente por las caídas de Banco Sabadell y BBVA. Ambas entidades sufrieron descensos después de que BBVA mejorara la oferta de la opa sobre Sabadell.
Recuperado de esa caída, el Ibex 35 ha liderado las subidas en una sesión positiva en Europa. El Dax alemán ha sumado un 0,87%; el Cac 40 francés, un 0,97%; el FTSE Mib italiano, un 0,94% y el FTSE 100 británico, un 0,73%.
Los índices del Viejo Continente han ignorado el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya vuelto a la carga en materia arancelaria.
El inquilino de la Casa Blanca ha anunciado la imposición de una serie de aranceles a las importaciones de distintos productos de cualquier país, entre los que destaca uno del 100% a todos los productos farmacéuticos "de marca o patentados".
La medida entrará en vigor a partir del próximo miércoles, 1 de octubre.
La jornada de este viernes no estaba siendo tan positiva en Wall Street. Mientras que el Dow Jones y el S&P 500 resistían en verde, el Nasdaq Composite se teñía de rojo.
Poco antes del toque de campana en el parqué neoyorquino se ha conocido la estadística escogida por la Reserva Federal (Fed) para monitorizar la inflación.
El índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos repuntó una décima en agosto al 2,7% interanual.
La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, se mantuvo en el 2,9%.
La resistencia de la inflación se sumaba a la fortaleza de la economía estadounidense.
El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos experimentó un crecimiento del 0,9% en el segundo trimestre frente a los primeros tres meses de 2025. La expansión fue superior a la esperada.
En cifras anualizadas, el avance fue del 3,8%. Se trata de su mejor marca en casi dos años y contrasta con el retroceso del 0,6% observado entre enero y marzo.
Las últimas cifras conocidas del mercado laboral también son mejores de lo estimado por los analistas.
Las peticiones de subsidio por desempleo en Estados Unidos alcanzaron la semana pasada un total de 218.000 solicitudes, lo que supone una bajada de 14.000 personas respecto de la cifra anterior.
Para los analistas de Link Securities, estas referencias confirman que “la economía de EEUU sigue mostrando gran solidez y que el mercado de trabajo, si bien no está generando muchos nuevos empleos, tampoco los está destruyendo”.
Los datos han obligado a los inversores a calibrar sus expectativas sobre las bajadas de tipos que la Fed llevará a cabo antes de que termine el año.
La probabilidad que da ahora el mercado a que el banco central estadounidense recorte dos veces más las tasas antes de que termine el año –en octubre y en diciembre– se ha reducido hasta el 60%, cuando la semana pasada superaba holgadamente el 80%.
“Con una economía que se estima haya crecido a una tasa intertrimestral anualizada superior al 2% en el tercer trimestre y con una inflación que continúa más cerca del 3% que del 2% no parece necesario que el banco central estadounidense fuerce la máquina y baje sus tasas de forma expeditiva”, señalan los expertos de Link Securities.
El oro, cerca de los 3.800 dólares
El euro avanzaba frente al dólar y se cambiaba a 1,168 billetes verdes.
Los precios del petróleo mantenían la senda ascendente. El Brent, el crudo de referencia en Europa, sumaba este viernes un 1,35%, hasta los 70,35 dólares. El West Texas estadounidense repuntaba un 1,62%, hasta los 66,05 dólares.
La subida semanal del crudo se acercaba al 6%. Es la más abultada desde principios de junio.
El oro marcaba nuevos máximos históricos al borde de los 3.800 dólares por onza. El metal precioso enlaza seis semanas consecutivas de ascensos.
Frente a la subida del oro, el bitcoin seguía retrocediendo posiciones. Las caídas de este viernes elevaban el descenso semanal al 5,75%. Fruto de esta caída, la principal criptodivisa del mundo cotizaba por debajo de los 109.000 dólares.
