El 2025 puede ser el año en el que la bolsa europea saque la mayor ventaja a Wall Street desde 2006. A pesar de que el saldo sigue siendo superior a los 10 puntos porcentuales, se ha reducido a consecuencia de la crisis política en Francia.
Mientras que la rentabilidad anual del índice Stoxx 600 –formado por las 600 mayores cotizadas de Europa– es del 22,7% en dólares, la del S&P 500 –el selectivo de mayor relevancia en Wall Street– está en el 10,2%.
La distancia entre ambos índices es de 12,5 puntos porcentuales. Y aunque sigue siendo la más abultada en casi dos décadas, se ha moderado en las últimas sesiones fruto de la incertidumbre política francesa.
El viernes, antes de que el primer ministro francés, François Bayrou, solicitase una moción de confianza, el saldo a favor del Stoxx 600 superaba los 15 puntos porcentuales.
La mayor diferencia se registró a finales de abril. Entonces, la subida anual del Stoxx 600 era del 9,5%, mientras que el S&P 500 perdía más de un 12%.
Los parqués del Viejo Continente se han visto beneficiados durante la primera parte del año por las medidas fiscales y los planes de inversión de Alemania, así como por el mayor optimismo en torno a la evolución económica de la eurozona.
A estos factores se suman la fortaleza del euro y la fuga de inversores de Wall Street como resultado de las políticas del presidente estadounidense, Donald Trump.
En marzo, coincidiendo con las fulgurantes subidas registradas por el sector europeo de la defensa, el Stoxx 600 alcanzó máximos históricos en los 565,18 puntos.
Desde entonces, y debido al renovado interés de los inversores por las grandes tecnológicas estadounidenses, el índice no ha logrado revalidar el récord.
La ventaja de la bolsa europea ha ido fluctuando en estos últimos meses, hasta registrar cuatro jornadas consecutivas de descensos. El estrechamiento se produce desde que Bayrou convocó la moción de confianza el pasado lunes.
El primer ministro francés ha justificado su arriesgada jugada, poner a Francia de nuevo al borde del precipicio político, para lograr el aval del Parlamento a su plan de austeridad, que prevé en 2026 un ahorro de 44.000 millones de euros.
Los ajustes incluyen la congelación de ciertas prestaciones, recortes en programas sociales y la supresión de dos días festivos.
La votación está prevista para el 8 de septiembre y Bayrou ha declarado que dimitirá si no se aprueba. Los principales partidos de la oposición francesa han declarado que no apoyarán al primer ministro.
A pesar de la incertidumbre que la posible caída del Gobierno francés ha generado en los mercados europeos –también en los de renta fija–, los analistas de Goldman Sachs, Citi y JPMorgan AM creen que los riesgos de contagio al resto de Europa son mínimos.
Las razones son similares a las que han provocado el rally del Stoxx 600: las reformas y los planes de gasto en Alemania y las perspectivas para la economía europea, que si no son enteramente positivas, sí son más optimistas que en el pasado.
"Es fácil decir que otra crisis política significa 'vender Europa', pero los fundamentos ya están descontando escenarios bajistas", señalan los expertos de Citigroup.
"El argumento a favor de Europa siempre se ha basado en Alemania, que se mantiene intacta, mientras que los activos franceses están descontando cierta prima de riesgo político", añaden.
Fruto de esa prima de riesgo político, el Cac 40 de París, el principal índice de la Bolsa francesa, llegó a caer un 3,3% en dos sesiones, entre el lunes y el martes.
De hecho, el selectivo galo es el único entre los principales índices europeos que lo hace peor que los de Wall Street en 2025. Su subida anual se limita al 4,9%.
El avance del Ibex 35 es del 29,6% en 2025; el del Dax alemán, del 20,8%; el del FTSE 100 británico, del 13,3%, y el del FTSE Mib italiano, del 23,9%.
A su vez, el repunte del S&P 500 es del 10,2%; el del Dow Jones, del 12,2% y el del Nasdaq Composite, del 12,2%.
"Los riesgos han aumentado y el mercado claramente está mostrando algunos signos de ansiedad, pero no es nada a lo que no estemos acostumbrados cuando pensamos en Francia", dijo Guillermo Felices, estratega de inversión global de PGIM Fixed Income, en Bloomberg TV.
Para los analistas de Federated Hermes "es muy probable" que el Gobierno de Bayrou pierda la moción de censura, "lo que daría lugar a nuevas incertidumbres políticas y presupuestarias en Francia".
En su opinión, "una vez más, el mercado está reaccionando ante la preocupación de que uno de los déficits presupuestarios más amplios de Europa no se revierta, ante la perspectiva de una ola de huelgas y protestas y ante la perturbación económica general".
Creen que "en estas condiciones, es muy difícil imaginar que los activos de riesgo franceses puedan obtener un rendimiento superior a corto plazo".
Coinciden con los expertos de AllianceBernstein, quienes también creen que "el resultado más probable" de la moción de confianza del 8 de septiembre es que Bayrou sea destituido.
De cumplirse esta previsión, el presidente francés, Emmanuel Macron, tendrá tres opciones. La primera de ellas es nombrar un nuevo gobierno encargado de aprobar el presupuesto.
Para AllianceBernstein "este es el resultado más probable, aunque será difícil para cualquier nuevo gobierno aprobar un presupuesto que se alinee con la reducción de un objetivo del 5,4% en 2025 al 4,6% en 2026, como se prometió a la Comisión Europea".
La otra posibilidad es que Macron convoque nuevas elecciones parlamentarias anticipadas. La última es la dimisión del propio Macron, la que consideran que es "la opción menos probable y sería el peor escenario".
