E. I. L. Piedehierro
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Los inversores ya escudriñan los resultados de Nvidia. Y, por ahora, la valoración no es positiva. El fabricante de chips estadounidense caía en bolsa antes de que diese inicio la sesión en Wall Street: a pesar de que ha superado las previsiones de los analistas, las cifras de los centros de datos no han gustado.

Nvidia aumentó su beneficio neto un 59%, hasta los 26.422 millones de dólares, en el último trimestre, que estaba en el punto de mira por las limitaciones de EEUU a las exportaciones a China. 

La empresa divulgó los resultados de su segundo trimestre fiscal al cierre de Wall Street y reportó una facturación de 46.743 millones de dólares, un 56% más interanual, principalmente gracias a su segmento de Centros de Datos, que incluye los chips clave para la Inteligencia Artificial (IA).

El máximo ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, destacó en un comunicado que su procesador de última generación para la IA, el Blackwell, supone un "salto generacional excepcional" para este campo tecnológico y está fabricándolo a pleno rendimiento porque la "demanda es extraordinaria", aseguró.

Del total de ingresos en el trimestre, los centros de datos supusieron casi 41.100 millones (un 56% más interanual) y se mantuvieron como el motor del negocio, impulsados ahora por el procesador Blackwell en su versión más novedosa, la Ultra, y con los proveedores de la nube como grandes clientes.

En cuanto al chip H20, Nvidia aclaró que "no hubo ventas del (chip) H20 a clientes radicados en China en el segundo trimestre" y que en este periodo anotó unos ingresos de 180 millones de dólares por las ventas de un inventario previamente reservado para un "cliente fuera de China, no restringido".

La compañía obtuvo a principios de agosto, ya en el tercer trimestre, una licencia para exportar el chip H20 a cambio de un porcentaje del 15% de sus ventas para el Gobierno de EEUU, y está negociando una licencia para un chip más avanzado que ese, según indicó Huang en un foro en Taiwán la semana pasada.

No obstante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que justifica las restricciones por razones de seguridad nacional, en medio de la competencia global por el liderazgo en la IA, ha dicho que por el momento Nvidia no podrá vender a China su chip de IA más avanzado, el Blackwell.

Para el trimestre en curso, Nvidia pronosticó una facturación en torno a 54.000 millones, superior a la del segundo trimestre, pero avisó de que "no asume ningún envío de H20 a China".

En el conjunto de su primer semestre fiscal, que abarcó hasta el 27 de julio, Nvidia siguió con una tendencia ascendente: acumuló un beneficio neto de 45.197 millones de dólares (un 44% más interanual) y una facturación de 60.521 millones (41% más).

Con todas estas cifras sobre la mesa, las acciones de Nvidia caían un 1,82% en la preapertura de la sesión en Wall Street. Y ello a pesar de que los resultados han superado las expectativas tanto en venta como en beneficio por acción.

El descenso se debe, según explican los analistas de Bankinter a que “los ingresos de la división de centros de datos salieron milimétricamente por debajo de lo esperado y su beneficio por acción no excede significativamente las previsiones”.

Las previsiones sobre su negocio publicadas por la compañía también han batido las estimaciones a pesar de que no incluye ventas del chip H-20 en China.

“Ya se sabe que, entregue lo que entregue Nvidia, últimamente nada es suficiente para el mercado”, resaltan en Bankinter. Por ello, su recomendación “es comprar en esta debilidad en lugar de preocuparse”.