L. Piedehierro
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Iberdrola cierra la sesión del miércoles con una caída del 4,7% después de que la compañía haya llevado a cabo una ampliación de capital por 5.000 millones de euros para acelerar su estrategia de crecimiento en redes en Reino Unido y Estados Unidos.

Exactamente, una vez la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha levantado la suspensión de cotización, algo después de las 15.15 horas, la energética cedía un 3,15%.

El descenso ha ido a más, hasta terminar el día con una caída del 4,69%, hasta los 15,15 euros. El precio es el mismo que el fijado en la ampliación. 

El supervisor del mercado español había decidido que Iberdrola no comenzara a cotizar este miércoles “por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores”.

Una vez la operación ha concluido, la institución presidida por Carlos San Basilio ha decidido que se cumplían las condiciones para que Iberdrola cotizara.

Descuento del 4,687%

Tal y como ha explicado la energética, la operación ha sido sobresuscrita en 3,8 veces, lo que "demuestra el fuerte respaldo del mercado a la estrategia de la compañía".

La ampliación se ha cerrado a un precio de 15,15 euros por acción, por encima del precio asegurado y un 7,5% superior a la cotización media del último año.

La operación se ha llevado a cabo con un descuento del 4,687% sobre el precio de cierre del martes. Está previsto que las nuevas acciones comiencen a negociarse el 25 de julio.

Según ha resaltado la compañía presidida por Ignacio Galán, “la calidad del libro ha sido muy elevada, con una amplia participación de inversores de primer nivel, tanto actuales como nuevos y con amplia diversificación internacional”.

Esta ampliación permitirá a Iberdrola aprovechar oportunidades de inversión en el negocio de redes, estimadas en 55.000 millones de euros entre 2026 y 2031, lo que representa un incremento del 75% respecto al periodo anterior.

“Estas inversiones se realizarán en mercados con marcos regulatorios estables y predecibles, y con retornos atractivos, con una rentabilidad estimada sobre fondos propios media de alrededor del 9,5% en términos netos”, subraya la compañía.

Menos del 5% del capital

Iberdrola también subraya que “además del impacto positivo en la solidez financiera, la operación tendrá un efecto favorable en el beneficio por acción (BPA), al permitir acometer un mayor volumen de inversiones con retornos atractivos”.

Tal y como destacan los analistas de Renta 4, "la ampliación de capital equivale a algo menos del 5% del capital total del grupo".

"Busca el refuerzo del balance y la no reducción de los dividendos, ante una aceleración prevista de las inversiones en Estados Unidos y Reino Unido en el negocio de redes por más de 55.000 millones de euros hasta 2031", añaden los mismos expertos.

Estiman que dicha inversión, "a unos retornos medios previstos del 9,5%, llevará a la inversión anual media a situarse en el entorno de los 15.000 millones de euros" y "a priori permitirá mejorar el beneficio por acción".

Asimismo, anticipaban que el descuento de la operación rondaría el 5%, por lo que consideraban que "es previsible que la acción refleje el descuento de la ampliación de capital anunciada", una vez la CNMV levantase la suspensión.

Los analistas de Bankinter también calculaban que el precio de la colocación acelerada podría situarse en torno a los 15,1 euros por acción, como así ha sido, y adelantaban que “la demanda por parte de los inversores institucionales cubrirá de sobra la ampliación a ese precio”.

Por tanto, consideraban que Iberdrola “podría cerrar hoy con una caída menor, en el entorno del -3%”. La energética acumula una rentabilidad en lo que va de 2025 del 24%.

Con todo, los analistas de Bankinter creen que “el potencial recorte de hoy en el precio de la acciónproporciona una buena oportunidad de inversión”.

Para Gustavo Martínez, profesor de Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín y analista de mercados, "esta ampliación refuerza la solidez financiera de la compañía, que mantiene una deuda de 52.297 millones de euros y una calificación crediticia estable (Baa1/BBB+)".

Sin embargo, advierte de que "la operación podría generar presión bajista a corto plazo en la acción debido al efecto de dilución".

Iberdrola presentará más detalles sobre su estrategia y perspectivas de crecimiento en su próximo Capital Markets Day, que se celebrará en Londres el próximo 24 de septiembre.