Las letras del Tesoro han ganado atractivo en febrero. El retraso en los recortes de los tipos de interés -al menos respecto a las previsiones del mercado- ha incrementado la rentabilidad ofrecida en las últimas subastas. A pesar de ello, parece difícil que la deuda española a corto plazo ofrezca a los inversores tanto como en 2023.

La mejora de la rentabilidad de las letras del Tesoro se ha hecho patente en las subastas que el organismo público ha llevado a cabo en el segundo mes del año. De hecho, el interés ha repuntado en las últimas emisiones, tras haberse reducido durante los tres meses anteriores.

Así, el interés de las letras a 12 meses ha escalado hasta el 3,359%, mientras que el de las letras a 9 meses se ha elevado al 3,505%. Mayor recompensa ofrecen los tramos más cortos: el 3,688% en el caso de las letras a 6 meses y el 3,74% -niveles no vistos desde 2011- en el de las letras a 3.

El repunte de los intereses se debe “fundamentalmente al retraso de los recortes de tipos, explica Joaquín Robles, analista de XTB. A finales de 2023 los inversores esperaban que los bancos centrales comenzasen a reducir el precio del dinero en el primer trimestre de 2024. Ahora el mercado sitúa el inicio de los descensos entre abril y junio.

A su vez, ese retraso en las bajadas de las tasas de referencia se explica por "los repuntes en los precios y la solidez del mercado laboral", lo que "ha provocado un repunte en las rentabilidades de los bonos". Y también de los valores de deuda a corto plazo.

Máximos de 2023

Robles comparte opinión con Sofía Antón, directora de Trading Electrónico de Auriga y responsable de Auriga Bonos, quien subraya que el incremento de la rentabilidad se ha producido tras “las últimas reuniones del Banco Central Europeo (BCE)de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) donde, tras los discursos de sus responsables, se enfriaron las expectativas 'excesivas' que había generado el mercado de bajadas de tipos y se aplazaron de marzo al verano”.

A pesar de que esta circunstancia ha incrementado la rentabilidad de la deuda, Robles considera que “será difícil que supere los máximos alcanzados durante el año pasado”, cuando, en octubre, la rentabilidad de las letras a 6, 9 y 12 meses superó el 3,8%. Y ello se debe a que, “por el momento, un nuevo incremento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales está totalmente descartado”.

¿A 3 o a 12 meses?

Ante la posibilidad de que la Fed y el BCE comiencen a reducir el precio del dinero a mediados de año, la rentabilidad de las letras a 3 meses supera el interés ofrecido por las letras a 12 meses.

Este fenómeno “responde en ocasiones a una menor demanda. Los inversores prefieren vencimientos más largos ante la perspectiva de recortes de tipos”, indica Robles.

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Entonces, ¿es mejor optar por los plazos más cortos que dan una mayor recompensa? "Depende de cómo evolucionen los rendimientos", contesta Robles.

"Puede que en estos momentos estén ofreciendo más rentabilidad, pero en cuanto se empiecen a descontar los primeros recortes, la rentabilidad caerá", señala el analista de XTB. Por ello, considera que el rendimiento medio de una letra a 12 meses puede ser superior al de las cuatro próximas emisiones de letras a 3 meses".

Más demanda

En cualquier caso, la mejora de la rentabilidad ha provocado que los inversores, grandes y pequeños, incrementen su inversión en letras. Así se refleja en las últimas ratios de cobertura, la relación entre demanda y oferta satisfecha y que señala el interés del mercado.

En las últimas subastas, la demanda de letras a 3 meses fue cinco veces mayor a todo lo colocado. Superó a las peticiones de la emisión anterior. Y ocurre lo mismo en todo los plazos. El ratio de cobertura de las letras a 9 meses fue de 2,5 veces; el de las letras a 6 veces, de 2,69 veces, y el de las letras a 12 meses, de 1,63 veces.

En su análisis de estas cifras, Antón destaca que “se está uniendo el dinero nuevo de inversores que no encuentran otra opción para sus ahorros -los depósitos bancarios siguen sin ser atractivos-, a los vencimientos”.

Aunque el Tesoro no desgrana las cifras por el tamaño de los inversores, como aproximación a la participación de los minoristas se utilizan las pujas no competitivas -que son aquéllas en las que solo se indica la cantidad deseada, sin precio-, ya que en su mayoría procede de particulares.

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Las peticiones no competitivas de letras a 9 meses se elevó en febrero hasta los 1.013 millones de euros, superando todos los registros. Las pujas sin precio por letras a 3 meses (235 millones), 6 meses (474,7 millones) y 12 meses (1.136,47 millones) también se han elevado en las últimas subasta, aunque todavía permanecen lejos de los niveles alcanzados en 2023.

“El año pasado por estas fechas fue cuando empezó la 'moda' por las letras y la rentabilidad estaba entre el 2,80% y el 3,30%. Así que ese es uno de los motivos principales de la alta demanda”, subraya Antón.

Cabe recordar, que según datos del Banco de España, los hogares españoles son los principales inversores en letras del Tesoro. Teniendo en cuenta las cifras de noviembre, las últimas disponibles, su inversión está valorada en 23.977 millones de euros.