El Tesoro Público sube por segunda vez esta semana los tipos de emisión de deuda. Este jueves, el organismo ha colocado 6.104 millones de euros en bonos y obligaciones por los que, en los de más corto vencimiento, ha tenido que asumir un rendimiento más alto que en subastas anteriores.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 1.569,13 millones de euros en el bono a cinco años, frente a una demanda de más de 2.800 millones. En ellos ha ofrecido un interés marginal del -0,368% frente al -0,396% del pasado 7 de enero.

En las obligaciones a siete años, se han captado 1.333 millones de euros, si bien se habían registrado peticiones por 2.543 millones. Aquí, la rentabilidad marginal se ha situado en el -0,239%, también algo menos negativa que el -0,260% de la subasta del 19 de noviembre del año pasado.

Asimismo, el Tesoro ha colocado 1.752,29 millones de euros en la emisión de obligaciones a 15 años, sensiblemente por debajo de la demanda de más de 2.200 millones. En este caso, el interés marginal se ha colocado en el 0,383% frente al 0,642% marcado en la subasta del 3 de septiembre del año pasado.

Por último, en las obligaciones a 20 años se han adjudicado 1.450,04 millones de euros, frente a unas peticiones de más de 2.600 millones. La rentabilidad ofrecida se ha situado en el 0,629%, en este caso algo superior al 0,614% del pasado 5 de noviembre de 2020.

Fuerte demanda

La demanda agregada de las cuatro referencias subastadas este jueves ha superado los 10.300 millones, muy por encima de lo finalmente adjudicado. El repunte en los títulos de vida más corta se enmarca en las recientes tensiones inflacionistas que están traduciéndose en tipos más abultados en el mercado secundario de deuda soberana.

Con la colocación celebrada este jueves, el Tesoro Público culmina su calendario de operaciones previstas para el mes de enero. De este modo, no volverá a acudir a la ventanilla de los mercados hasta el próximo febrero.

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