Los ‘chicharros’ no solo son cosa de pequeños especuladores. Algunos de los valores más volátiles y de menor precio por acción de la bolsa española han conseguido hacerse hueco en algunas de las sicavs que más rentabilidad han obtenido en el último año. Dia, Abengoa, Liberbank y Realia forman parte de la cartera de estos vehículos de inversión predilectos de las grandes fortunas patrias.

Con un 45,2% de rentabilidad, Inversiones Omnitot es la segunda sicav más rentable en el último año. Ha cosechado este éxito con posiciones en tres de los ‘chicharros’ más volátiles de toda la bolsa española. En su última comunicación de posiciones a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el vehículo que preside la sociedad Obersiete Activos, vinculada con Luis Martín-Caro, un inversor que hace unos años se vio las caras con el supervisor de Wall Street entre acusaciones de supuesto uso de información privilegiada.

Su posición española más abultada es Realia, la inmobiliaria controlada por el magnate mexicano Carlos Slim, a la que destina un 7,3% del patrimonio de su sicav. Un 6,1% está invertido en acciones de Dia, la compañía que más atención ha cosechado entre las ‘penny stocks’ en los últimos meses debido a la profunda reestructuración financiera y corporativa en la que aún anda incursa. En Abengoa, entre acciones de clase A y B, acumula un 0,6% de su patrimonio.

Por delante de esta sicav, con un 56,7% de rentabilidad en el mismo periodo, la ganadora del año es Masira Inversión, presidida por Ignacio Fernando Borrero. Su cartera está formada casi en su totalidad por cotizadas extranjeras, tanto que estas posiciones alcanzan un 96,98% de su patrimonio. En bolsa española tan solo apuesta por Técnicas Reunidas.

La incertidumbre regulatoria que pesa sobre las sicavs españolas ha provocado el éxodo de 2,8 millones de euros al día en estos vehículos de inversión

En este caso, no hay ‘chicharros’ en la cartera, pero sí un valor que ha sido especialmente volátil a lo largo de 2019. Una evolución que se debe, fundamentalmente, a la errática evolución del petróleo. Esto se debe a que la firma de ingeniería recibe una buena parte de sus encargos de trabajo de empresas vinculadas con el negocio del crudo y, en general, de las materias primas de energía.

La tercera del ranking, con un rendimiento anual del 39,6%, es Berman Inversiones Financieras. El vehículo de inversión de Bernardo Hernández, uno de los empresarios más reconocidos del cerdo ibérico con la marca familiar Beher, tan solo reconoce posiciones en Acerinox, Merlin Properties, IAG y ArcerlorMittal. Ni rastro de ‘chicharros’ patrios como excepción a la regla que se repite en las sicavs más rentables del último ejercicio.

MISMO INVERSOR, DIFERENTE ESTRATEGIA

La estrategia de la saga Hernández cambia en Anpora Inversiones, que cerró el año pasado con una rentabilidad del 34,5%. Este vehículo solo destina un 22% de su cartera a cotizadas españolas, pero hace pleno de compañías volátiles en extremo. Un 8,7% del patrimonio está invertido en Realia, un 7,8% se dedica acciones de Dia, un 4,5% está confiado a acciones de Liberbank, siempre sonando como posible blanco de una operación corporativa, y un 0,9% se invierte en acciones de Abengoa.

Las acciones de la firma andaluza de ingeniería y energías renovables se ganan un sitio también en la cartera de Modena Capital, que acabó el año pasado con ganancias del 34,3%. Aunque solo es un 0,25% del patrimonio que la sicav que preside Rafael Luque Berruezo, asesor financiero en Renta 4 y director general de la sociedad limitada Ariema Energía y Medioambiente.

Estas posiciones, además de aportar o restar rentabilidad a estos vehículos, han sumado turbulencias a unas sicavs que siguen capeando las advertencias del Gobierno de revisar al alza sus tipos impositivos y escrutar a fondo su estructura accionarial para comprobar con detalles si se cumplen las exigencias a este respecto. Desde que Pedro Sánchez ocupa el puesto de presidente, la huida de capitales de estas sociedades de inversión ya supera con holgura los 1.600 millones de euros, lo que implica unos 2,8 millones en retirada al día.