Las bolsas se mueven a golpe de titular. Las gráficas de sus últimas sesiones son dignas de un boceto para una vertiginosa montaña rusa. Una inestabilidad que ha conducido a muchos hacia la inversión en derivados y hasta los peligrosos contratos por diferencia (CFD). Los picos del mercado potencian el atractivo de estos productos y el ansia de rentabilidad en unos mercados en los que ésta escasea han hecho el resto.

A lo largo de las últimas semanas los volúmenes de negociación en derivados sobre el Ibex 35 y las acciones españolas se han disparado. Así lo señalan los datos oficiales de negociación de MEFF, el mercado de derivados de BME, y representantes de varias de las principales casas de inversión que concentran su operativa en el mercado a través de CFD y otros derivados complejos.

Los expertos señalan que hay dos tipos de razones que están impulsando a los inversores hacia este tipo de productos, si bien el origen en ambos casos es el mismo: la intensa volatilidad reinante en la bolsa española. Hay un primer perfil de clientes que llega por primera vez o refuerza sus posiciones “como cobertura para su cartera ante los vaivenes del mercado”, según lo explica Carlos Morán, analista de XTB. El segundo grupo llega con el objetivo de arañar en el corto plazo la rentabilidad que no ven posible alcanzar con inversiones más seguras y de mayor duración en estos tiempos de giros a la baja y tipos de interés en mínimos históricos.

"Cuanta más volatilidad hay, existen más oportunidades de entrada y salida, de ponerse cortos o largos en un mismo día"

El experto de XTB, una de las casas especializadas en la comercialización de CFD y otros derivados con más trayectoria en el mercado español, comenta que “cuanta más volatilidad hay, existen más oportunidades de entrada y salida, de ponerse cortos o largos”. Además, apunta que las informaciones sobre la guerra comercial y las cifras macroeconómicas “hoy dicen lo que mañana desmienten y el mercado ya no tiene confianza”. Por eso, concluye, “dura poco el optimismo” y los inversores están dispuestos a probar herramientas supuestamente cada vez más sofisticadas.

La identificación de síntomas y diagnóstico coincide con la que hace Javier Molina, portavoz de eToro para España. Los cambiantes bandazos de precio de las últimas sesiones en todas las bolsas, y especialmente en la española, han provocado “aumentos de volumen de forma acorde” en los mostradores de su firma. En este sentido, apunta que el apalancamiento que proporcionan herramientas como los CFD “es idóneo con mercados de alta volatilidad”, como los actuales.

EL PELIGRO DEL APALANCAMIENTO

El peligro llega en la complejidad que tiene el manejo de estos derivados. Algunos inversores acuden a estos productos sin grandes conocimientos financieros y considerando que se pueden tener en cartera de forma similar a una acción o fondo cotizado (ETF) al uso. Nada más lejos de la realidad, ya que su apalancamiento y su forma de liquidación amplifica los movimientos del mercado, tan bruscos y cambiantes en los últimos días, de manera que las pérdidas pueden exceder con holgura el capital inicialmente invertido.

Estos son los males, alimentados también por ciertas malas prácticas de comercialización de algunas firmas entre pequeños ahorradores, a los que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha procurado poner coto. Este es el objetivo con el que el organismo ha puesto recientemente tope al apalancamiento de algunos de estos derivados cuando sus inversores son minoristas. Esta es la línea de discurso de Molina al subrayar que “no es el instrumento en sí el que genera riesgo y pérdidas, sino su uso incorrecto”.

"Se está viendo mucho interés en un mes de agosto en el que normalmente los inversores están de vacaciones"

Aun con estos parapetos y medidas como la obligatoriedad de que las firmas que ofrecen estos productos informen del número de clientes que sufre pérdidas -y que habitualmente se sitúa entre el 70% y el 80%-, los volúmenes van a más. Así lo certifica también Sergio Ávila, analista de IG. “Se está viendo mucho interés por operar; en cuanto a la negociación, se ha notado considerablemente para ser un mes de agosto en el que normalmente los inversores están de vacaciones”.

Tenidas en cuenta las advertencias del supervisor y las que muchas de estas casas incluyen voluntariamente en sus folletos y contratos, el experto de IG subraya que los picos de volatilidad que se vienen produciendo en los últimos días exigen “tener un cuidado mayor”, pero a la par “están generando una gran cantidad de oportunidades intradía”.

DERIVADOS DE SIEMPRE

Sin embargo, no hay que irse hacia derivados excesivamente complejos ni novedosos para percibir este incremento de los volúmenes. Los futuros sobre el Ibex 35 negociados en MEFF, una herramienta habitual de los gestores e inversores con cierta experiencia para tratar de inmunizar sus carteras ante los bandazos de precio del índice en momentos de agitación, también dan cuenta de esta fiebre. Hasta este miércoles, los volúmenes medios por sesión de este agosto alcanzan los 47.027 contratos, mientras que hace un año la cifra se quedaba en 27.848 por jornada a la misma altura del mes más ilíquido por excelencia de la bolsa española. En otras palabras, el repunte ya es de un exponencial 69%.

La situación se repite también en opciones sobre índice. En este caso el vencimiento de posiciones abiertas por la fuerte volatilidad del mercado ha contribuido a que en este caso el incremento de negociación de un agosto para otro sea del 30%. Desde los 7.867 contratos de media de hace un año hasta los 10.213 que se alcanzan en la actualidad.

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