En su nota de prensa, el INE destacó que la atonía de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como de los precios de la vivienda, tuvieron un impacto a la baja en la tasa general.

Los precios estuvieron presionados al alza por los sectores de vestido y calzado y el del transporte.

El IPCA, o IPC armonizado con la eurozona, se situó en el 1,7 por ciento interanual en julio, aumentando una décima frente al mes de junio y confirmando los datos provisionales.

En términos mensuales, el IPC bajó un 0,7 por ciento en julio, mientras que el IPCA descendió un 1,2 por ciento.

En el arranque del año los precios experimentaron una aceleración alentada por el encarecimiento del petróleo, con una inflación del 3 por ciento en enero y febrero, aunque el Banco de España ha dicho que esta tendencia se moderaría a lo largo del ejercicio para alcanzar el 2 por ciento en 2017.

En julio, el dato definitivo de inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos no elaborados y los productos energéticos por su mayor volatilidad, alcanzó una tasa interanual del 1,4 por ciento frente al 1,2 por ciento de junio.