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Las claves

La Universidad Camilo José Cela y EL ESPAÑOL celebran sus 25 y 10 años de trayectoria, respectivamente, con un ciclo de diez conferencias sobre "La Libertad en el Siglo XXI". Las jornadas, que se prolongarán hasta el 17 de diciembre, tendrán lugar en el UCJC Campus Almagro (C. Almagro, 5. Madrid).

El encuentro reunirá a figuras del pensamiento, el derecho, la empresa, la educación, el periodismo y la economía -entre ellos Santiago Muñoz Machado, Javier Gomá, José María Álvarez-Pallete, Pedro González-Trevijano, Nieves Segovia, Federico Linares, Luis Garicano y Pedro J. Ramírez- para analizar los desafíos contemporáneos de las libertades fundamentales en un contexto marcado por la digitalización, la inteligencia artificial y las nuevas amenazas a la Democracia.

El Español y la Camilo José Cela celebran sus cumpleaños con diez conferencias sobre "La Libertad en el Siglo XXI"

Las intervenciones abordarán desde la libertad de palabra como conquista secular que se enfrenta a retos digitales inéditos -según Muñoz Machado-, hasta la necesidad de un "nuevo contrato social digital" que plantea Álvarez-Pallete, que sitúa la dignidad humana frente a los algoritmos y advierte de que "no todo lo que puede hacerse con la tecnología, debe hacerse".

El concepto de libertad

El ciclo de conferencias comenzará este martes 21 de octubre, a las 13.00 horas, con Carmen Iglesias. Directora de la Real Academia de la Historia y académica de la RAE, su voz es insoslayable en el análisis de la libertad, tanto en la historia europea como en la actualidad democrática.

Su visión de la libertad no separa nunca la conquista individual del compromiso con una sociedad abierta. Iglesias advierte que la libertad de pensamiento y la de expresión no siempre coinciden: "Los políticos insisten en la libertad de expresión y se olvidan de la libertad de pensamiento, que es la más difícil y la más necesaria".

Para ella, la verdadera libertad intelectual exige seducción y ejemplaridad, y nunca puede florecer bajo la imposición ni en sociedades que prefieren la ignorancia planificada.

Iglesias es especialmente lúcida al advertir que los totalitarismos del siglo XX han mutado, no desaparecido. Identifica en la cancelación contemporánea y la manipulación de la memoria nuevos dispositivos de censura bajo apariencia democrática.

Su batalla intelectual, lejos del conformismo historicista, exige proteger y transmitir la complejidad de la experiencia humana frente a cualquier tentativa de manipulación o simplificación del discurso público.

La educación y la memoria como columnas de la libertad: Iglesias sostiene que solo una verdadera memoria histórica, abierta al matiz y al debate, puede blindar a las sociedades frente a las "inquisiciones modernas" o el negacionismo. De esta manera, sin educación, la libertad degenera en simple griterío o en mecanismo de exclusión.

Una de sus ideas más originales es la llamada a corregir la razón con la propia autocrítica: "La racionalidad puede llevar tanto al progreso como a los campos de exterminio". De ahí que la libertad, entendida como logro civilizatorio, deba nutrirse siempre de la duda y de la vigilancia.

Para Carmen Iglesias, la educación crítica es un instrumento esencial para convivir en pluralidad, para aceptar al otro y defender la libertad auténtica no sólo como derecho individual, sino como patrimonio colectivo.

El concepto de libertad que ella reivindica es inseparable de la responsabilidad intelectual, del compromiso con la transmisión rigurosa del conocimiento y del rechazo a toda manipulación política de la historia.