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Las claves

El próximo 28 de noviembre se celebra el Black Friday, aunque ya es habitual encontrar descuentos de todo tipo días antes, incluido en el sector turístico. Esta campaña se ha hecho muy relevante en los últimos años en esta industria, pero tiene sus pros y sus contras.

En general, esta época de descuentos tiene muy buen impacto para las agencias de viajes, porque ayuda a recuperar ventas fuera de la estacionalidad.

“La semana del Black Friday es un pico muy importante de ventas respecto al resto del año”, explica a este periódico el CEO de Destinia, Ricardo Fernández.

Según los datos de Destinia, el 43% de las reservas hechas durante el pasado Black Friday fueron para viajar en diciembre.

Sólo un 13% de los usuarios aprovechó los descuentos para reservar de cara a los meses estivales.

Pero aquí viene el lado negativo de estos descuentos: el 43% de las reservas de verano acabaron cancelándose.

“Entendemos que son reservas que se hacen con mucha antelación aprovechando los descuentos y que luego, ante cualquier imprevisto, se cancelan”, argumenta el CEO de Destinia.

Es cierto que muchos usuarios reservan “por si acaso” y luego se echan atrás.

Algo que refleja ese comportamiento más impulsivo y emocional que el Black Friday provoca incluso en la forma en que viajamos.

Impacto

En Destinia el porcentaje total de reservas procedentes del Black Friday corresponde al 2% de las reservas anuales totales.

A simple vista no es una cifra alta, pero “es un pequeño empujón de ventas en temporada baja que ayuda a incrementar las reservas totales”, reconoce el directivo.

Más turismo nacional

Desde la agencia de viajes online, aseguran que en las reservas que se realizan durante el Black Friday el turismo nacional sigue mandando.

Durante esa semana, el 69% de las reservas fueron para destinos dentro de España, y solo el 31% para el extranjero.

En Europa, Italia y Francia lideraron las reservas internacionales, y fuera del continente los más elegidos fueron Marruecos y Estados Unidos.

Otro dato interesante es cómo nos comportamos al reservar: los viajeros que aprovecharon las ofertas del Black Friday gastaron una media de 578 euros, con estancias de 5,2 noches y grupos de unas 2,5 personas.

Es decir, se trata de viajes contenidos, más de escapada que de gran inversión, lo que muestra que estas ofertas no solo atraen a los grandes compradores, sino también a quienes buscan aprovechar un descuento, aunque sea modesto.