La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha anunciado que revisará "minuciosamente" los resultados de las primeras 40 inspecciones de los Boeing 737 MAX 9 inmovilizados tras el incidente aéreo del pasado 5 de enero.

Se trata de uno de los primeros pasos para poner fin a esa inmovilización tras la rotura de un panel de la cabina en pleno vuelo a principios de año.

Según un comunicado, todos aquellos aviones de este modelo con tapones de puerta permanecerán todavía en tierra, en espera de su revisión y la aprobación final de la FAA tras un proceso de inspección y mantenimiento "que satisfaga todos los requisitos de seguridad".

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Una vez la entidad apruebe el proceso de inspección y mantenimiento de este modelo, con el fin de evitar que se repita el incidente, deberá ser aplicado a todos los Boeing 737 MAX 9 inmovilizados.

De acuerdo con el organismo, será la "seguridad" de los pasajeros y "no la velocidad" la que determine el cronograma para devolver estos aviones al servicio.

El 5 de enero, un avión de Alaska Airlines sufrió un incidente cuando un panel de fuselaje, incluida la ventana, se desprendió poco después del despegue. Como mediada de precaución, la FAA ordenó la inmovilización de varios aviones de este modelo para realizar una investigación que evite futuros incidentes.