Legionarios del Tercio Gran Capitán, con sede en Melilla, alzan la figura del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas mientras lo trasladan a la casa hermandad de la Cofradía de Mena este Jueves Santo en Málaga.

Legionarios del Tercio Gran Capitán, con sede en Melilla, alzan la figura del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas mientras lo trasladan a la casa hermandad de la Cofradía de Mena este Jueves Santo en Málaga. Efe

Turismo

La 'gripalización' de la Covid en España impulsa la resurrección del turismo en Semana Santa

Las previsiones gubernamentales superan las de 2019, pero algunos indicadores nos recuerdan que la pandemia todavía no ha acabado.

15 abril, 2022 04:52
Sandra Tobar Marcos Domínguez

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Esta Semana Santa marcará un antes y un después en España. Y lo hará porque será la primera sin restricciones por la Covid, la última con mascarilla obligatoria en interiores y la de la tan ansiada recuperación en el sector turístico. Tanto las previsiones de la industria como las del Gobierno son muy positivas si las comparamos con 2019, año anterior a la Covid en el que se consiguió el último récord turístico.

Esta misma semana la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, daba cifras oficiales. Entre ellas, destacan las reservas de vuelos domésticos previstas para estas vacaciones, que son un 7% superiores a lo que lo fueron en el año 2019.

Desde el Gobierno esperan "recuperar este mes en torno al 80% de turistas internacionales que nos visitaron en abril del año 2019". 

Además, en algunos de los principales países emisores el nivel de reservas ya es mayor de lo que fuera en la Semana Santa del año 2019. Así ocurre con Alemania, que ha registrado un 31% más de reservas, Reino Unido, un 12% más; Dinamarca, un 42% más; Suecia un 36% más, o Colombia un 29% más.

Estas reservas internacionales ya superan a la Semana Santa del año 2019 en algunos destinos de nuestro país. En el caso de Ibiza, se sitúan un 44% por encima, en Palma de Mallorca, con un 17% por encima, y en Tenerife un 8% por encima de los datos registrados en la Semana Santa del año 2019.

El sector, optimista

"Las reservas previstas para los próximos meses muestran una positiva intención de viaje con destino España. Confiamos, por tanto, en que Semana Santa supondrá un impulso para el restablecimiento de la actividad del sector alojativo", señala Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

Las ansias de disfrutar de estas primeras vacaciones largas también se evidencian en lo que los viajeros están dispuestos a pagar. Según el análisis de Weekendesk, el gasto medio ha incrementado un 13%, unos 291 euros por paquete, en comparación con el año previo a la pandemia.

Un grupo de turistas en el Teatro Romano de Málaga.

Un grupo de turistas en el Teatro Romano de Málaga.

Además, la alianza turística Exceltur confirma que el mercado de trabajo turístico ha mejorado notablemente hasta situarse el número de empleos en marzo apenas un 3,5% por debajo de 2019 (66.804 personas). ¿Las razones? La apuesta de los empresarios turísticos por una paulatina recuperación de la actividad y las positivas perspectivas para la Semana Santa y la primavera.

De ahí que las expectativas turísticas y empresariales para estas vacaciones se acercan al 90% de los niveles de ventas registradas en 2019, solo ligeramente por debajo de las estimaciones del Gobierno. Además, la inflación es una de las preocupaciones para el sector. 

Carretera y tren

Otro buen indicador son los movimientos por carretera y tren. Concretamente, Renfe ha vendido 631.000 billetes para viajar durante estos días, de los que 465.000 corresponden a servicios AVE y Larga Distancia, y los otros 166.000 a servicios de Media Distancia. De hecho, para el primer día de la operación salida batieron récord con 163.576 viajeros transportados. 

Los movimientos por carretera también muestran las ganas de viajar de los españoles. La DGT espera que se produzcan 14,6 millones de viajes por carretera, tan solo un 2,1% menos que en 2019. Los desplazamientos previstos engloban desde el 8 de abril hasta el día 18.

Y fruto de la temida inflación que ha elevado el precio de la gasolina, BlaBlaCar registró más de 350.000 viajes publicados para estos días de Semana Santa por toda España, lo que supone alcanzar un récord histórico de actividad para la compañía.

Inicio de 2022

Además, los datos de los primeros meses del año ya indicaban que la recuperación tomará fuerza esta Semana Santa. Por ejemplo, en el plano internacional los británicos recuperaron el primer puesto como país emisor.

En lo que va de año (hasta febrero, último dato más actualizado), han llegado a España 5,6 millones de visitantes extranjeros. De estos, 941.718 son británicos. Este dato, vuelve de nuevo a colocar a Reino Unido como el principal país emisor de turistas extranjeros. Puesto que había perdido el pasado año en favor de los franceses y alemanes por las estrictas restricciones del país.  

Otro dato importante a tener en cuenta es el del número de viajeros que optó por viajar en avión para desplazarse por el interior del país. Este se disparó un 234,5% en febrero respecto al mismo mes de 2021, al igual que los que eligieron AVE que también se multiplicaron por más tres tras subir un 213,2% interanual, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, más de 2,2 millones de usuarios utilizaron el transporte aéreo en el segundo mes del año y 1,85 millones escogieron el tren de Larga Distancia para sus desplazamientos. Dentro de este segmento, los viajeros que utilizaron el AVE sumaron 1,2 millones de usuarios.

Sin restricciones

Frente a este optimismo económico, los datos actuales de la pandemia ofrecen una visión un tanto ambigua. En la Semana Santa de 2021 ya se había superado la tercera ola (la más mortal después de la primera) pero los casos estaban aumentando. No obstante, las incidencias se situaban en niveles pre-ómicron: si el año pasado comenzó 149 casos por 100.000 habitantes, este 2022 lo hace con 435… en mayores de 60 años.

El cambio de estrategia de control de la Covid, sacando de la vigilancia exhaustiva a las personas de 59 años y menos, vivirá su primer momento crítico estos días. Bien es sabido que los periodos vacacionales han favorecido las olas pandémicas, y esta va a ser la primera vez en que no tengamos una imagen completa de los contagios tras la vuelta de las vacaciones.

A esta incertidumbre se añade otra: apenas sobreviven restricciones que dificulten la libre circulación del virus. Hace tan solo un año nos encontrábamos en pleno estado de alarma con toque de queda, la mascarilla era obligatoria en exteriores y Gobierno central y comunidades habían acordado un cierre perimetral durante esos días críticos: no se pudo salir de la autonomía de residencia entre el 26 de marzo y el 9 de abril.

La experiencia de las pasadas navidades no fue halagüeña. Se reintrodujo la mascarilla en exteriores pero no se quiso apretar las tuercas en el resto de medidas: apenas se modificaron aforos y horarios apertura, mientras que la movilidad entre comunidades era total. El resultado fueron récords de contagios y cifras de hospitalización cercanas a las de las olas previas a la generalización de las vacunas. No hay que olvidar que la sexta ola de la Covid se ha saldado con más de 13.000 muertes.

Con todo, una gran parte de las defunciones fueron atribuidas a los últimos coletazos de la variante delta. El paso de los meses ha permitido comprobar que las vacunas no solo han hecho bien su trabajo frente a ómicron (evitando la enfermedad grave) sino que esta variante se ha demostrado más leve que su predecesora.

Vacunación de refuerzo

Estos dos factores son los que marcan la diferencia frente a la Semana Santa de 2021. En aquel momento había 8.000 personas hospitalizadas y 1.861 en unidades de cuidados críticos. Actualmente, y pese a haber más contagios diarios que entonces, hay 4.779 ingresados y 368 personas en UCI por Covid.

Frente a los 2,6 millones de personas vacunadas con pauta completa hace un año, en la actualidad hay 40,3 millones, más del 90% de la población que puede recibirla. Además, el 80% de los mayores de 40 años ha recibido ya su dosis de refuerzo, esencial frente a la variante ómicron.

Desde que la sexta ola comenzó su descenso y el Gobierno 'gripalizó' la Covid, los especialistas no se han cansado de recordar que la pandemia no ha terminado y que una séptima ola no es solo posible sino que se trata de algo muy probable.

Indicios hay de que no estaríamos lejos. En la parte de la población donde hay un sistema de vigilancia caso por caso, los mayores de 60 años, la incidencia acumulada fluctúa por encima de los 400 puntos, pero la positividad de los tests ha ido aumentando desde inicios de abril. Esto es un indicativo de que cada vez hay más casos de los que se detectan.

Además, pese a tener unos niveles de ocupación de UCI que no se veían desde el final de la primera ola, las hospitalizaciones vienen creciendo en los últimos 15 días. Solo en abril, el total de ingresados por Covid ha subido en más de 600 personas.

El punto de partida de la Semana Santa de 2021 reflejaba una realidad distinta a la actual, con una comunidad (Madrid) en riesgo extremo por Covid, tres en riesgo alto y 8 en riesgo medio. Hoy día solo hay dos en riesgo medio y, el resto, en riesgo bajo.

Pese a ello, la onda pandémica que surgió de estas festividades fue la más débil de todas, con algo más de medio millón de contagios y 8.000 muertes, cifra muy inferior a la de las tres olas anteriores. Reciente está el recuerdo de la sexta ola, que concluyó con más de 6 millones de contagios y 13.000 muertes. De llegar una séptima ola es previsible que su impacto no sea tan profundo, pero los árboles de la 'gripalización' no nos deben hacer olvidar el bosque de la pandemia. Esta no ha acabado.