El descuento en los vuelos para residentes de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla siempre ha sido una reivindicación política, especialmente en los archipiélagos. A día de hoy, los ciudadanos de estos territorios pueden disfrutar de un 75% de bonificación sobre el precio del billete de todos los vuelos nacionales con despegue o aterrizaje desde su lugar de residencia. Algo que algunas aerolíneas como Ryanair o Norwegian aprovechan también para hacer negocio. 

Para acogerse a la subvención, los pasajeros deben facilitar los datos pertinentes a la compañía aérea, y esta, a su vez, reclamar anualmente el importe de la subvención directamente del Gobierno. Todo lo contrario que ocurre en países como Portugal donde los pasajeros residentes pagan el precio íntegro del billete y después llevan a cabo los trámites administrativos 

Aunque no se permite a las compañías aéreas discriminar los precios en función del lugar de residencia de los pasajeros, estas a veces establecen condiciones distintas para las personas residentes y las no residentes, según señala el ‘Análisis sobre el coste-beneficio de las subvenciones a residentes en el transporte aéreo’ realizado por académicos y encargado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). 

Por ejemplo, en el informe se cita a Ryanair, que ofrece tres tarifas distintas a los no residentes -standard, plus y flexiplus-, mientras que los residentes solo pueden elegir la tarifa standard a través de la web. 

Norwegian -que actualmente no vuela en España por la Covid- ofrecía a todos los pasajeros la tarifa Lowfare, que no incluye equipaje de bodega, y la tarifa Lowfare+, que implica pagar 18 euros más e incluye un bulto como equipaje de bodega. Sin embargo, el descuento del 75% para los residentes no se aplica a estos 18 euros complementarios. 

Uno de los aviones de Norwegian.

“El descuento se aplica, sin duda, al equipaje en los casos en que la tarifa incluye el transporte del equipaje, pero no está claro que se aplique en los casos en que no se incluya dicha posibilidad, lo cual dependerá de la política de equipaje que practique la compañía aérea”, recuerda el informe. De ahí que la compañía noruega aprovechase este vacío legal para cobrar el equipaje. 

Aumento de precios

Por último, las compañías aéreas también pueden intentar discriminar precios entre residentes y no residentes estableciendo precios diferentes para un viaje de ida y vuelta en función del aeropuerto de origen.

Según este análisis, “pueden cobrar un precio más alto por un viaje de ida y vuelta de Gran Canaria a Madrid (que probablemente comprará un pasajero residente) que por un viaje de ida y vuelta de Madrid a Gran Canaria (que probablemente comprará un pasajero no residente)”. 

De hecho, muchas aerolíneas de las que vuelan a Canarias fueron acusadas el pasado año por la formación Colación Canaria de un supuesto fraude al elevar el precio de los billetes a los residentes a través de un sistema de geolocalización que detectaba si la persona estaba comprando el billete en Canarias o los territorios donde se aplica el descuento. 

Ante esto Ryanair se defiende. "Nuestras tarifas están registradas en Fomento y están disponibles para todos los clientes independientemente de su estado. Estos pueden aumentar o disminuir según la demanda de los clientes, pero Ryanair nunca ha aumentado sus tarifas en función de si un cliente es residente o no", señalan.

Descuento del 75%

Este tipo de descuento tiene por objeto el de aumentar la conectividad aérea en las regiones remotas; aunque no son las únicas. En España hay 23 rutas aéreas catalogadas como Obligaciones de servicio público (OSP), la mayoría están en Canarias y son operadas por Air Nostrum y Binter.

De vuelta a las bonificaciones a residentes en Canarias y Baleares se aplican desde los años 80. Primero fue del 10% en el archipiélago balear en todos los vuelos interinsulares y luego en Canarias. Poco a poco el descuento se fue unificando en ambos territorios hasta llegar al 75% actual. 

Evolución de la subvención destinada a los residentes en los territorios no peninsulares.

El descuento del 75% se aplica a la tarifa estándar que cobran las compañías aéreas en los servicios regulares, incluyendo en algunos casos el equipaje y otros servicios, impuestos y tasas, a excepción de la tasa por utilización de la infraestructura y la tasa de seguridad. 

Carga para el Estado

Estos beneficios para los insulares supone un gran esfuerzo por parte del Gobierno. En abril, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estimó que el coste para las arcas públicas de la bonificación del 75% a los billetes de avión a residentes de Baleares y Canarias ascendió en 2019 a 765 millones de euros, 200 millones más que en 2018 (con una bonificación del 50%). 

Dada la presión sobre precios que las bonificaciones parciales a los billetes aéreos parecen haber generado en las rutas islas-Península, la CNMC propone a las autoridades reflexionar sobre los indicios que apuntan hacia el efecto traslación a precios producido a raíz del último incremento del porcentaje de bonificación, al menos para las rutas entre isla y Península.

Así, también aconseja valorar medidas para aumentar la sensibilidad al precio de los residentes (como límites al importe de la bonificación, mayor restrictividad sobre los conceptos bonificables, sistemas de liquidación expost, o indicar el precio total del billete para aumentar la conciencia sobre el coste total del viaje). 

En segundo lugar, cree que es necesario considerar en conjunto todo el sistema de ayudas a la conectividad insular y realizar una continua revisión desde el punto de vista de los principios de regulación económica eficiente para garantizar su optimalidad.

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