Cuando parecía que las cosas no podían ir peor para el sector turístico, llega el Gobierno y suspende de manera oficial la temporada de viajes del Imserso. Un duro golpe para toda la industria que veía en este programa la única tabla de salvación tras el peor verano turístico de la historia. Ahora, el escenario se complica y se espera una oleada de despidos y cierres de empresas turísticas en los próximos meses. 

“El cierre de hoteles y agencias será lamentablemente una realidad antes de terminar el año”, señala Martí Sarrate, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave), que calcula que “serán cerca de 90.000 puestos de trabajo los que pueden verse seriamente amenazados por esta cancelación”. 

La suspensión de los viajes -que este medio adelantó el 3 de septiembre- hace un agujero muy grande en el sector turístico -aunque también en las arcas del Estado-. Según cálculos del sector, agencias de viajes y hoteles perderán en torno a 350 millones de euros por la cancelación del programa de viajes del Imserso de este año. 

Unos clientes en una terraza en Málaga. EFE

Se trata de los ingresos directos que dejarán de percibir hoteles y agencias por las casi 900.000 plazas del programa que han quedado sin vender, calculando una media por viaje de 400 euros (300 de media que paga el viajero y 100 adicionales que costea el Estado).

Cierre de negocios

Con la temporada de verano cerrada, los viajes del Imserso permitían a muchos hoteles estar abiertos y a muchos destinos desestacionalizar la temporada. Y, este año, hubiera sido un balón de oxígeno tras los malos datos de verano. Sin embargo, la industria del turismo tampoco podrá tirar de esta medida para desestacionalizar.

“Las 900.000 plazas del programa hubiesen supuesto un importante alivio tanto para las agencias de viajes como para el propio sector hotelero español, compañías aéreas, restaurantes, guías turísticos y el comercio en general”, señalan fuentes de Acave, quienes vaticinan que a partir de septiembre y octubre muchas agencias de viajes echarán el cierre. 

Y es que estos negocios llevan sin facturar prácticamente seis meses. Este sector, formado por 9.500 agencias y 69.000 trabajadores, ha registrado una caída del 90% de la facturación desde que comenzó la crisis, según Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). Hasta Semana Santa no prevén facturar; al menos las que consigan aguantar abiertas. 

La ruina para Benidorm y Canarias

Si atendemos a destinos turísticos, la costa española y los archipiélagos son los más afectados. De las 900.000 plazas que se ofertaron el año pasado, 191.512 se distribuyeron en hoteles de Andalucía, 179.220 en la Comunidad Valenciana, 157.900 en Baleares, 117.493 en Cataluña y 100.200 en Canarias. 

Reparto de las 900.000 plazas hoteleras del programa del Imserso 2019-2020. Fuente: Hosbec.

En este último caso, el del archipiélago canario, el daño es muy importante ya que es justo ahora, en el mes de octubre, cuando arranca su temporada alta lastrada ya de por sí por las recomendaciones de no viajar a España de países como Alemania.

Y como no, Benidorm, el destino por excelencia de los jubilados, también pasará un mal otoño. Ya en este mes de septiembre, la ocupación de sus hoteles bajó al 39%. Hace tres semanas, la patronal hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec) estimó que solo entre 10 y 15 hoteles, de los 140 que tiene la ciudad, podrán permanecer abiertos este próximo otoño. Sin viajes para mayores la cifra está claro que disminuirá. 

Un alto coste para el Estado

Y si echamos la vista atrás, encontraremos una de las grandes fuentes de ingresos del Gobierno. Cabe recordar que el programa de viajes del Imserso lleva 35 años en funcionamiento y cada temporada siempre ha ampliado plazas. En 1985, el Instituto Nacional de Servicios Sociales, organismo entonces dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, inició, con carácter experimental, un Programa de Vacaciones financiado parcialmente y destinado a los mayores de 65 años. 

Desde entonces ha sido todo un éxito económico del que no solo se ha aprovechado el sector turístico. El Estado se beneficia de forma indirecta de estos viajes -que subvenciona parcialmente-. Se calcula que por cada euro que el Gobierno invierte en los viajes del Imserso recibe 1,56 euros. Es cierto que estos cálculos son de hace años, pero incluso fuentes del sector creen que podría ser mayor la rentabilidad en las últimas temporadas. 

Ese beneficio lo consigue gracias a que los viajes del Imserso favorecen la creación y mantenimiento del empleo en el sector turístico. Sin estos viajes, muchos trabajadores de estos establecimientos acabarían en el paro. Por lo que tendrían que cobrar una pensión de desempleo a cargo del Estado. Así, el Gobierno sigue recaudando el IVA, Impuesto de Sociedades e IRPF y se ahorra el pago del desempleo. 

Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, recuerda que “el programa del Imserso le ahorra al Estado una gran cantidad de prestaciones sociales y le permite cobrar impuestos como el IVA gracias a la actividad generada en los destinos vacacionales españoles durante los meses del invierno”.

El peor verano de la historia

Pero la suspensión de este programa social supone también el colofón final a un verano nefasto. España recibió en el mes de julio la visita de 2,5 millones de turistas internacionales, un 75% menos que en el mismo mes de 2019, mientras que el gasto realizado por los turistas extranjeros alcanzó los 2.450 millones de euros, un 79,5% menos, según el último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Varios turistas caminan por la terminal 4 del Aeropuerto de Barajas en Madrid. EFE/Fernando Villar

Todo un drama que vaticina peores datos en agosto, donde tan solo abrieron el 25% de los hoteles en España. En este mes, los aeropuertos de la red de Aena cerraron con unos 8,9 millones de pasajeros, lo que representa un 69,6% menos. Un mes marcado por las restricciones y vetos a España de muchos países. 

En términos de empleo, el panorama no es mucho mejor. A cierre de julio, ya había 823.000 empleados menos que en el mismo periodo de 2019. Es un 37% menos de trabajadores. De esta cifra, unos 517.000 están en situación de ERTE y 306.000 son personas que directamente no han llegado a ser contratadas por esta caída de la actividad.

Y en su conjunto, el sector turístico perderá al finalizar el año 98.753 millones de euros, según las previsiones para el tercer trimestre de verano y el nuevo escenario estimado para el cierre del año 2020 de la alianza Turística Exceltur. Pero cuidado, porque estas previsiones no cuentan con la suspensión de los viajes del Imserso; así que la cifra será aún mayor. 

Con este panorama, la industria en su conjunto muestra su hartazgo con un Gobierno que ha intentado vender España como destino seguro, pero que, paradójicamente y contrario a este mensaje, ha acabado mostrando otra imagen al exterior al suspender su propio programa de turismo en el interior de España. 

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