En plena crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y con un 99% de su flota en tierra, Ryanair recibe otro duro golpe. La Audiencia Nacional ha declarado nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado a 224 trabajadores de sus bases de Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria (cerradas el 8 de enero) y de Girona tras estimar la demanda interpuesta por los sindicatos USO, Sictpla y Sepla.

Así, la Audiencia Nacional obliga a readmitir a los trabajadores de forma inmediata en el trabajo efectivo de su empresa, en las mismas condiciones de trabajo en que venían desempeñando sus servicios antes del despido colectivo y con abono inmediato de los salarios dejados de percibir desde la extinción del contrato”, según reza la demanda a la que ha tenido acceso Invertia. 

Además, dentro del texto se establece que "si el despido fuera declarado nulo se condenará a la inmediata readmisión del trabajador con abono de los salarios dejados de percibir".

Ahora la cuestión será saber si tras la readmisión de estos trabajadores, estos acabarán dentro del Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que la compañía puso en marcha para 1.500 trabajadores en España por la crisis de Covid-19. 

A la espera de ello, Gustavo Silva, secretario general de USO en Ryanair, valora que “ya no somos los trabajadores los que tachamos de ilegales a Ryanair, la propia Audiencia Nacional es durísima en su sentencia con una empresa que siempre se ha valido de coacciones y amenazas a su plantilla y que ha desdeñado las leyes y todas las autoridades españolas. Que les quede claro que tienen que cumplir con la legislación y empezar a cambiar su actitud”. 

Siete horas de vista

En la vista, celebrada el 10 de marzo en la Audiencia Nacional, USO ya consideró que se habían “demostrado todos los incumplimientos de Ryanair”. Tras casi siete horas de juicio, “nos quedamos con muy buena impresión”, relataba a la salida Lidia Arasanz, secretaria de Comunicación de USO-Ryanair. 

En la demanda, los sindicatos alegaban que se habían producido una serie de ilegalidades en el anuncio de cierre de bases de Ryanair en España. En ella, se prueba que las causas productivas y organizativas en las que la low cost basa su decisión de presentar el ERE no quedan acreditadas, e incluso, algunas de ellas son inexistentes. 

Concretamente, las causas del cierre de bases esgrimidas por Ryanair eran el retraso en las entregas de los Boeing 737-MAX; la ineficiencia de las bases de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife por tarifas bajas, elevado coste de operaciones y la incertidumbre ante el brexit y su impacto en el negocio de Ryanair en Canarias, y la disminución de la demanda en el aeropuerto de Girona durante la temporada de invierno. 

Esta última base de libro del cierre a pesar de que Ryanair lo intento. No obstante, 13 de los trabajadores en Girona si entraron en el ERE. 

Eso suponía que “quedaba acreditado con nuestras pruebas que las causas productivas y organizativas en las que Ryanair basaba su decisión de presentar el ERE no estaban justificadas. Algunas, de hecho, eran inexistentes. Las irregularidades para presentar el ERE eran tanto formales como de intencionalidad”, continúa Arasanz.

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