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El sector de las telecomunicaciones, como muchas otras industrias, se encuentra inmerso en pleno proceso de transformación con el fin de adaptarse a los últimos avances tecnológicos. Un cambio al que, en el caso de España, se ha sumado la reorganización empresarial de los últimos dos años.

Todo esto ha tenido ya consecuencias en el empleo. De hecho, 2024 fue un año negro en materia laboral en las telecos españolas. Varios expedientes de regulación de empleo (ERE) se saldaron con la salida de más de 5.000 trabajadores en un sector que tradicionalmente genera puestos de trabajo de alto valor añadido.

Sin embargo, empresas y sindicatos afrontarán en los próximos meses distintas conversaciones o negociaciones, algunas de ellas ya en marcha, en las que se abordarán desde la firma de nuevos convenios hasta el impacto de las nuevas estrategias empresariales en las plantillas. Sin descartar posibles ajustes.

Este lunes, tras publicarse que Telefónica estaba preparando un ERE para alrededor de 6.000 personas, la compañía de telecomunicaciones indicó que, en estos momentos, un ajuste de plantilla no está sobre la mesa.

No obstante, también recordó que está trabajando "en numerosos análisis en todos los ámbitos de la compañía" en el marco del nuevo plan estratégico que está elaborando bajo el liderazgo de Marc Murtra, presidente de Telefónica desde el pasado mes de enero.

Nueva estrategia

El grupo dará los primeros detalles de la nueva estrategia el próximo 4 de noviembre. Información que los sindicatos consideran "imprescindible" conocer antes de plantear cualquier reducción de plantilla o cualquier otro cambio a nivel laboral.

De hecho, desde UGT exigen a la dirección de la empresa que el marco de negociación colectiva se adecúe en duración al nuevo plan estratégico, "garantizando así la estabilidad y la seguridad laboral de los trabajadores".

En esta línea, el sindicato incide en la necesidad de homogeneizar los procesos y asegurar los principios de negociación para el 100% de la plantilla, independientemente de su empresa de adscripción. Y es que actualmente sólo tres filiales, las de mayor tamaño, están sujetas al Convenio de Empresas Vinculadas (CEV).

Desde CCOO, han pedido recientemente conocer en profundidad todos los detalles del plan que puedan afectar a los trabajadores del grupo en España, así como participar "activamente en el proceso de aplicación y seguimiento" del mismo.

Aunque en este momento un ERE no está sobre la mesa de Telefónica, la hemeroteca muestra que cada dos o tres años la operadora lleva a cabo un ajuste de plantilla, que en los últimos casos ha sido 100% voluntario y pactado con los representantes de los trabajadores.

Sin embargo, el CEV actualmente en vigor incluye una garantía de empleo vigente hasta finales de 2026. Esto quiere decir que cualquier ajuste que se lleve a cabo antes de esa fecha deberá ser pactado con los sindicatos. Desde UGT ya han avisado que sólo aceptarán una propuesta que mantenga las premisas de los últimos planes firmados y la voluntariedad.

Convenios

Mientras que en Telefónica las conversaciones destinadas a mantener la estabilidad laboral en la compañía deberán esperar aún unas semanas, en otras operadoras, dirección y sindicatos ya están sentadas en la mesa de negociación.

Es el caso de Masorange, donde desde hace unos meses ambas partes están trabajando en la elaboración del primer convenio colectivo del grupo. Y es que, tras la fusión de Orange y MásMóvil, la plantilla ha quedado bajo diferentes marcos laborales según la empresa de origen.

El principal objetivo de esta negociación es unificar las condiciones laborales para evitar desigualdades entre trabajadores que ahora forman parte de un mismo grupo, pero tienen derechos, salarios y beneficios diferentes según la procedencia.

Las partes tienen de plazo hasta mayo de 2026 para llegar a un acuerdo, pero los tres sindicatos (UGT, CCOO y Fetico) han rechazado la primera propuesta que les trasladó la empresa hace dos semanas. Algo, por otra parte, habitual en estos procesos.

Para los representantes de los trabajadores, las medidas puestas sobre la mesa por la dirección de Masorange no alcanzan la equiparación necesaria ni mejoran los derechos conseguidos históricamente en las distintas filiales. De hecho, su principal crítica y temor es que la empresa aspire a sacar adelante un “convenio a la baja”.

En el caso de Vodafone España, fuentes de UGT indican a EL ESPAÑOL-Invertia que en el sindicato se están planteando en estos momentos si prorrogar un año más el convenio colectivo actual o denunciarlo para forzar a la dirección a negociar uno nuevo.

Los sindicatos optaron por la primera vía el pasado año tras la venta de la operadora a Zegona y el ERE. Por tanto, de abrirse las negociaciones, ambas partes trabajarán para intentar alcanzar un acuerdo sobre las relaciones laborales ya fuera del paraguas de un gran grupo europeo.

Primer convenio

Los cambios empresariales que se han producido en los últimos años incluyen la consolidación de Digi como cuarto operador del mercado español por ingresos y cuota de mercado. Sin embargo, es el segundo en empleo, dada su apuesta por gestionar internamente áreas como el call center o el servicio técnico.

De hecho, la semana pasada Marius Varzaru, consejero delegado de Digi España, anunció que la operadora ya ha superado los 10.000 empleados en nuestro país. Y el pasado 30 de junio firmó con los sindicatos el primer convenio común para todos los empleados de la compañía.

El texto, que tendrá una duración de cuatro años, incluye además una cláusula de garantía de volumen de empleo durante la vigencia del mismo.

Aunque el texto salió adelante con el apoyo de todos los sindicatos mayoritarios, lo cierto es que su firma ha creado división dentro de CCOO, ya que algunas filiales de la formación no están de acuerdo con el texto. Por ejemplo, en Galicia han celebrado varias jornadas de paros y protestas en las últimas semanas.

En términos generales, sindicatos y empresas han mantenido históricamente una buena relación de diálogo y escucha que ha permitido que los convenios y los ajustes de plantilla que se han llevado a cabo en el sector de las telecomunicaciones fueran fruto del consenso.

Precisamente la semana pasada UGT volvía a reunir una vez más a los CEOs de las cuatro grandes operadoras de España: Borja Ochoa (Telefónica), Meinrad Spenger (Masorange), José Miguel García (Vodafone) y Marius Varzaru (Digi). Habrá que esperar para ver si todos los proceso de los próximos meses logran mantener esta estabilidad laboral.