¿MásMóvil quiere comprar Vodafone o Vodafone quiere comprar MásMóvil?. Al margen de los rumores cruzados, las informaciones publicadas en prensa y los posteriores desmentidos, en el sector se mira con lupa los movimientos de estas dos compañías, poniéndolas como las candidatas idóneas para la primera gran 'boda telco' que dispararía una nueva ola de fusiones.

Unas operaciones impulsadas por Moncloa, que busca integraciones que hagan más fuertes a las empresas españolas ante la nueva realidad económica que ha traído el coronavirus; y por una actitud mucho más abierta de la CNMC española que ha pasado del "no" rotundo de Marín-Quemada al "son necesarias" de Cani Fernández. 

La primera gran prueba de fuego ha sido la fusión de Caixabank y Bankia -que con toda seguridad sorteará con facilidad a las autoridades de Competencia-, una operación que ha dado alas a los fondos de inversión, que se han convertido en los principales padrinos del eventual matrimonio de Vodafone y MásMóvil.

Las informaciones confirmadas por Invertia indican que efectivamente son los fondos los que están moviendo la operación, de manera todavía muy preliminar y sin sentar todavía a los principales directivos de las dos compañías.

No obstante, todas las fuentes consultadas advierten de que la eventual fusión tiene actualmente muchas más interrogantes que certezas y que su viabilidad y su rentabilidad para las dos partes parece no estar del todo clara.

Uno más uno no es dos

En el papel, sumar Vodafone y MásMóvil no es tan ventajoso para sus propias cuentas, más allá de la rentabilidad a corto plazo que tendría un fondo especulativo. Matemáticamente las dos compañías sumarían una facturación anual de 5.977 millones de euros y 25 millones de clientes, desplazando a Orange -5.280 millones de facturación y 20 millones de clientes- de la segunda posición por cuota de mercado en España.

Incluso con su unión, quedarían muy lejos del primer lugar que ocupa Telefónica España, que facturó en 2019 12.767 millones y tiene 42 millones de clientes.

El problema es que, en el sector de las telecomunicaciones, uno más uno no siempre es dos. La estructura de clientes de Vodafone se solapa con la de MásMóvil en casi todos sus mercados, en fijo, en móvil y en convergencia. 

Vodafone tiene una red móvil enfocada al 5G y una fija en la que la fibra óptica no es protagonista. Por su parte, MásMóvil tiene una red desarrollada de la mano de sus acuerdos con Orange, tanto en móviles como en despliegue de fibra óptica.

Según explica un reciente informe de BOFA Securitiesexiste una superposición significativa de redes, impulsada por los atractivos precios mayoristas que tiene MásMóvil al alquilar la red de OrangePor ejemplo, en móviles alrededor del 40% del tráfico móvil de MásMóvil está fuera de su red propia.

En estos momentos, MásMóvil paga a Orange alrededor de 110 millones de euros al año por alquilar su red de fibra, un ahorro potencial que desaparecería moviéndose a la red Vodafone, donde prima el ADSL y no la fibra.

De esta manera, hacer un traslado de red significaría a MásMóvil un gran coste económico adaptando equipos y comprando tecnología. Como solución estos analistas sugieren incluso que MásMóvil venda activos para financiar una posterior expansión.

Freno de la UE

La segunda duda que los analistas ponen sobre la mesa es la del freno de la Unión Europea a la fusión. Históricamente Bruselas ha promovido cuatro actores en el mercado telco en cada uno de los países. Y no parece que haya cambiado públicamente de opinión. Este tipo de operaciones siempre se han validado con alguna de las compañías en serios problemas económicos, que no es el caso actual.

Del mismo modo, no parece que haya en el mercado 5.000 ó 6.000 millones de euros que puedan financiar la operación. KKR y sus socios acaban de pagar 3.000 millones por MásMóvil y parece poco probable que Vodafone encuentre financiación con una serie de ventas en marcha y necesidad de liquidez. 

Dicho esto, parece que al sector le tocará seguir esperando. En 2019, se especuló con dos grandes operaciones: la posible compra de Orange a Euskaltel a comienzos de año, y la compra de MásMóvil a Vodafone que se habría negociado el verano pasado.

Ninguna de las dos llegó a buen puerto, lo que significa -según las fuentes consultadas- que MásMóvil o Vodafone deberán tenerlo muy claro para lanzar una oferta por sus competidores, con un buen respaldo económico y un plan de sinergias muy atractivo para generar valor de la compañía resultante.

La compra de Yoigo por MásMóvil en 2016 (por 612 millones de euros) fue precisamente la última gran operación que se ha alproducido en el sector. Enmarcada dentro del trienio dorado para la consolidación del sector (2014-2016) cuando Vodafone compró Ono por 7.200 millones de euros, Orange adquirió Jazztel por 3.400 millones y Telefónica compró Digital+ por 725 millones (el 56% del capital) para consolidar su apuesta por la convergencia. Eran otros tiempos.

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