Philips logró un beneficio neto atribuido de 246 millones de euros en los seis primeros meses de 2020, lo que representa un retroceso del 39,5% respecto del resultado de la multinacional holandesa en el primer semestre del año anterior, como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 en las operaciones de la compañía, que espera una mejoría de su rentabilidad en la segunda parte del ejercicio.

Las ventas de Philips entre enero y junio sumaron 8.554 millones de euros, un 3% menos que en la primera mitad de 2019, a pesar del crecimiento del 11,6% de la facturación del área de cuidados conectados, centrada en ventiladores de hospital, imagen diagnóstica y monitores, cuyos ingresos alcanzaron los 2.427 millones.

Sin embargo, la división de diagnóstico y tratamientos recortó un 1% sus ventas en el semestre, hasta 3.746 millones de euros, mientras que la unidad de sanidad personal facturó 2.207 millones de euros, un 16,6% menos.

Entre los meses de abril y junio, Philips registró un beneficio neto atribuido de 208 millones de euros, un 14,4% por debajo del resultado contabilizado en el mismo periodo de 2019, mientras que sus ingresos cayeron un 5,9%, hasta 4.395 millones.

"Esperamos volver al crecimiento y mejorar la rentabilidad del grupo en la segunda mitad del año, suponiendo que podamos convertir nuestra cartera de pedidos existente para los negocios de diagnóstico y tratamiento y atención conectada, los procedimientos electivos se normalicen y la demanda del consumidor mejore gradualmente", apuntó Frans van Houten, consejero delegado de Philips.

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