El fundador de Gestamp, Francisco José Riberas, cobrará el jueves 1,23 millones de euros por ser el mayor accionista particular de Telefónica, lo que supone el 65 % de lo que se repartirá entre todos los consejeros y cuatro veces más de lo que recibirá el presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete.

Se trata del segundo pago de dividendo con cargo a los resultados de 2018 y consiste en el abono de 0,2 euros brutos por acción, que se sumará a la misma cantidad ya abonada en junio pasado e implicará el reparto de 1,93 millones entre los miembros del Consejo de Administración.

El propio Álvarez-Pallete recibirá 290.000 euros brutos, 20.000 más que en la ocasión anterior, por ser titular de 1,45 millones de acciones con derecho a cobro, lo que supone el 0,028 % del capital, según consta en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Sin embargo, el que más cobrará será el también presidente de Gestamp y consejero de la operadora, que es titular del 0,118 % del capital (6,15 millones de acciones), después de que el pasado 3 de diciembre invirtiera 25 millones.

Esa inversión se sumó a la de 20 millones acometida en 2018, que permitió al fundador del fabricante de componentes metálicos para automóviles cobrar en junio pasado 509.834 euros brutos de Telefónica, para convertirse ya entonces en el particular que más ganó con el dividendo de Telefónica, en la que empezó a invertir a mediados del 2017.

Según Forbes, el también presidente del Instituto de la Empresa Familiar acumula una fortuna de 1.400 millones de euros y ocupa el puesto 20 de los más adinerados de España. Su hermano Juan María ocupa el 18.

POLÍTICA DE DIVIDENDO

Recientemente Telefónica ha mantenido el pago de dividendos en 0,4 euros por título (repartido en dos abonos), lo que supone un desembolso de más de dos mil millones.

Sin embargo, hay quien teme que la matriz de Telefónica revise esta política después de que su filial alemana anunciara la semana pasada un recorte de casi el 40 % para guardar un colchón de cara a las inversiones que requerirá el despliegue la red de quinta generación (5G).

En cualquier caso, resulta difícil pensar que la matriz vaya a hacer lo mismo, dados los esfuerzos que está haciendo el equipo dirigido por Álvarez-Pallete para mantener fuerte la cotización de la acción, que sin duda se resentiría con tal recorte de dividendo.

Por el momento, el 54 % de los analistas consultados por Bloomberg recomienda comprar títulos de Telefónica, el 40 % mantener y sólo el 6 % por vender. 

El precio objetivo de la acción a un año ronda los 8,29 euros, lo que supone un potencial de revalorización de casi el 25 % respecto al cierre de ayer. Sin embargo, en lo que va de año, ha caído en bolsa un 9,35 %.

REORGANIZACIÓN

Recientemente su dirección ha anunciando una amplia reorganización que incluye centrarse en las áreas geográficas de mayor crecimiento (España, Alemania, Reino Unido y Brasil), desinvertir en América Latina y en torres de telecomunicaciones, alcanzar acuerdos para compartir redes y agrupar y potenciar el negocio digital. 

A todo ello se suma un ambicioso plan de bajas incentivadas que ha afectado al 10 % de la plantilla, así como su interés ya mostrado públicamente en hacerse con activos de la brasileña Oi.

Así, Deutsche Bank recomienda comprar y eleva hasta 10,6 euros el precio objetivo de la acción, al entender que potencian su crecimiento sostenido a largo plazo, ponen en valor sus infraestructuras e incrementan su agilidad y eficiencia.

Igualmente, Barclays, que lleva su precio objetivo a 8,8 euros, apunta que la nueva estrategia es positiva, reduce riesgos y complejidad, genera valor y reduce la carga de la deuda.