El aumento récord en los precios del gas natural en Europa ha encendido todas las alarmas en España. Los consumidores, desde industriales hasta hogares, se están viendo fuertemente afectados por las altas facturas de energía de este invierno y algunos expertos aseguran que lo peor está por llegar, a medida que aumenta la demanda mundial de combustibles.

¿Por qué está subiendo el gas?

Los precios del gas natural han aumentado en Europa a medida que se incrementa la demanda a nivel mundial. Si bien esto está sucediendo con la mayoría de los productos básicos, ha sido un problema mayor con el gas natural.

Se debe a un repunte económico mundial a medida que los países eliminan las restricciones de la Covid-19 y reabren por completo sus economías. Europa y Asia tensionan los precios porque llega el invierno en el Hemisferio Norte y el almacenamiento está por debajo de lo necesario. Los inversores están en una carrera para elegir a los ganadores y perdedores. 

¿Por qué no hay gas almacenado?

La demanda ha aumentado por varias razones. Este año 2021, Europa ha tenido un invierno más frío, por lo que la gente calentó sus hogares durante más tiempo de lo habitual.

Eso, junto con la eliminación gradual del carbón y un mal año para la producción eólica, ha aumentado la necesidad de gas natural.

Por el lado de la oferta ha habido un menor mantenimiento de los campos de petróleo y gas durante la crisis sanitaria y una menor inversión. Europa está reduciendo su producción nacional de gas natural. El principal productor nacional de gas natural de Europa, Países Bajos, comenzó a eliminar gradualmente su principal campo de gas, Groningen, en 2018.

¿Por qué sube el precio de la luz?

Los mercados mayoristas de electricidad de toda Europa están sufriendo una escalada sin precedentes. El sistema marginalista, que funciona para todos por igual, fija el precio final de la electricidad con la tecnología más cara, que en estos momentos es el gas. 

Por cada euro que sube el precio del gas en los mercados internacionales, sube dos euros la electricidad en el mercado mayorista”, dice la ministra Ribera. Un informe del Banco de España publicado en agosto atribuía al gas la mitad de la subida del precio de la luz.

¿Qué papel tiene el mercado europeo de CO2?

Otro de los factores de la subida del precio de la luz es la influencia del coste del mercado europeo de emisiones de CO2, que se ha triplicado en solo un año, desde los 20 euros/Tn hasta los 60 euros/Tn actuales. Las centrales eléctricas emisoras (gas y carbón) deben incorporar este coste en su producción y lo trasladan a los precios finales en su oferta en el pool.

El endurecimiento de los objetivos climáticos de la Unión Europea está detrás de este encarecimiento, pero también la especulación. Los fondos de inversión están haciendo su agosto porque lo ven como un valor seguro que siempre va a subir.

Según Bloomberg BNEF, un fondo de BNP Paribas Asset Management, el Energy Transition ejemplifica lo que está ocurriendo en el ETS EU. Alguna de sus operaciones en el mercado europeo de CO2 le han permitido obtener ganancias de más del 100%.

¿Cuál es el papel de Rusia en esta crisis?

Ha habido preocupaciones de que Rusia podría estar utilizando la crisis para presionar para que el gasoducto Nord Stream 2, que une el país de Vladimir Putin y Alemania, recién terminado, entre en funcionamiento al no enviar más gas natural para el almacenamiento de Europa.

Rusia fue el mayor exportador de gas natural a la Unión Europea en 2019 y 2020, representando más del 40% de las importaciones de la UE. La tensión se ha rebajado precisamente hace unos días, cuando se anunció la apertura definitiva del gasoducto el próximo 8 de noviembre.

¿Qué pasa con la transición verde?

Este contexto de crisis energética no existiría si en este momento hubiera mucha más capacidad renovable instalada y conectada al sistema eléctrico. Las energías renovables disminuyen el papel de los combustibles fósiles y protegen al mercado del suministro, del impacto de los precios de los combustibles fósiles, pero a día de hoy no son suficientes para influir de esta manera.

La respuesta a largo plazo a la situación actual en Europa debe ser acelerar el despliegue de fuentes de energía renovables, pero también de soluciones de eficiencia energética, que son muy importantes para no disminuir la demanda de calefacción en el segmento residencial o industrial.

El carbón se ha reducido drásticamente, reemplazado por gas. Al mismo tiempo, otras dos fuentes de energía, el viento y el agua, han tenido una producción inusualmente baja, menos eolicidad inesperada y escasas precipitaciones en áreas como Noruega.

¿Por qué el petróleo sube?

Al igual que el gas, la demanda mundial de petróleo crudo ha aumentado en 2021, lo que ha provocado un fuerte aumento de los precios. Pero a diferencia de este sector, no tan organizado bajo el control de las petro-naciones, el motivo del fuerte aumento de los precios internacionales del petróleo son las restricciones de suministro que mantienen las naciones de la agrupación OPEP +.

Debido a la pandemia, estas economías productoras de petróleo continúan con aumentos lentos de la producción que conducen a un incremento en los precios del petróleo y el gas.

En la actualidad, existe una escasez de gas en Europa y Asia, lo que ha impulsado la demanda de petróleo para la generación de energía.

¿Hasta cuándo durará?

Los expertos esperan que esta situación se estabilice y los precios vuelvan a una senda más moderada a partir de la primavera del próximo año. Sin embargo, nadie pronostica que no vuelva a ocurrir. 

El aumento en la demanda de electricidad combinado con la volatilidad del precio del combustible significa que el mundo podría estar en un período inestable durante algunas décadas. Las consecuencias probablemente irán desde períodos de inflación impulsada por la energía, que exacerbarán las desigualdades de ingresos, hasta la amenaza inminente de cortes de energía y pérdida de crecimiento económico y producción.

¿Hay crisis en las materias primas?

Un aumento en los precios del crudo y del gas significa un aumento en el coste de producción y transporte de varios bienes.

En todo el mundo, los precios de las materias primas, los costes operativos y de transporte se están disparando. Los precios de muchos de los productos básicos han aumentado hasta un 300-400%. 

El precio del acero, que impacta directamente la industria, se ha más que triplicado en menos de un año. Parece que no hay límite. Y más allá de los precios, la propia disponibilidad de ciertos materiales, equipos, repuestos, contenedores e incluso electricidad sigue siendo muy incierta durante meses.

¿Qué puede hacer el consumidor?

La luz por las nubes, la subida del gas y de los carburantes supone una combinación temible para los bolsillos de los consumidores españoles. La OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, aplaude las medidas del Gobierno de reducir el IVA del 21% al 10%, la reducción del Impuesto de la Electricidad del 5,1% al 0,5% y la suspensión del IVPEE (impuesto a la generación eléctrica) del 7%. 

Pese a ello, este 2021, los consumidores domésticos tendrán un sobrecoste de hasta 854 euros anuales. Y la subida puede ser mayor, porque estas subidas afectan al precio de muchos productos y servicios, que indirectamente vuelve a pagar el consumidor.

No hay muchas opciones que apretarse el cinturón. Una es buscar la eficiencia energética y el ahorro en casa, pero en el caso de las pymes y las industrias pasa por reducir horas de producción como ya está ocurriendo y, por tanto, bajar en ingresos y rentabilidad. 

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