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Pescaderías Coruñesas da un paso más en su proyecto de hotel-teatro en la plaza de Canalejas (Madrid) que, en principio, verá la luz a finales de 2027. La compañía ha acometido un proceso de reorganización interna para su gestión.

En concreto, Pescaderías Coruñesas ha llevado a cabo una segregación societaria consistente en pasar todos sus activos hoteleros, de ocio y culturales a la sociedad Agallas Inversiones (de la que es administrador único), tal y como confirman fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia.

“Simplemente es una segregación para mejorar la organización administrativa de la compañía”, explican.

Dicha segregación fue aprobada por la junta de accionistas de la histórica compañía y publicada hace unos días en el Registro Mercantil.

Este es un paso más que se suma al dado por el Ayuntamiento de Madrid en enero de este año, cuando aprobó el plan especial que permitirá construir un teatro-hotel en un conjunto de tres edificios ubicados en la plaza de Canalejas 3, calle del Príncipe 1 y la carrera de San Jerónimo 24.

Los primeros dos edificios (Edificio Meneses y Casa de Tomás Allende) estaban destinados a uso terciario, pero vacíos desde el año 2020. El tercero es donde se ubica el obsoleto Teatro Reina Victoria.

Por lo que ahora sólo falta comenzar con las obras de remodelación, pero aún no se han iniciado. Fuentes de la compañía gestionada por la familia García Azpiroz declinan ofrecer esa información por el momento.

El hotel

Pescaderías Coruñesas invertirá 34 millones de euros en la reforma de estos tres inmuebles.

De ellos, 22 millones serán destinados a la reforma del hotel que estará gestionado por Universal Music Group, que ya se encarga del hotel UMusic Teatro Albéniz.

Los otros 12 millones restantes irán destinados a la reforma del teatro, según se desprende de la memoria económica presentada al Ayuntamiento de Madrid a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia.

El plan de negocio planteado en los acuerdos entre Pescaderías Coruñesas y Universal Music Group viene determinado por una serie de premisas básicas.

Teatro Reina Victoria. Flickr.

Entre ellas destacan la de tener un mínimo de 69 habitaciones, una restauración con un aforo de 270 personas, un mínimo de 616 butacas en el teatro y la generación de espacios de servicios para el teatro en el sótano (camerinos, salas de almacén escenográfico, instalaciones, salas de vestuario, etc.).

Durante estos 25 años de gestión, el plan de negocio ha calculado una ocupación media del 86% en el hotel y una tarifa media de 1.129 euros por habitación.

Además, también se estima un gasto medio de 137 euros en restauración y de 113 euros en el teatro durante estos 25 años de explotación.

Todo ello hace que se calculen unos ingresos anuales de 47 millones de euros y unos gastos de 42 millones de euros.

Los negocios familiares

Actualmente, Pescaderías Coruñesas está gestionada por los hermanos Diego, Marta y Paloma García Azpíroz, descendientes de Evaristo García Gómez, quien fue el gran impulsor del grupo tras adquirir la compañía su padre Norberto García en 1956.

Más allá del hotel y del negocio del pescado tradicional, la compañía centenaria ha experimentado una diversificación sin precedentes en los últimos años.

El local de Pescaderías Coruñesas en el n.º 5 de la calle Recoletos, finales de la década de 1920.

Abrió su primer restaurante en 1975 bajo el nombre de El Pescador. A este se sumarían otros tres más: O’Pazo (1981), Filandón (2011) y Desde 1911 (2021).

Justo en 2021, la familia rescató a otro negocio centenario: el mítico restaurante Lhardy (fundado en 1839), que estuvo a punto de desaparecer por los efectos de la pandemia.

lhardy

Finalmente, Coruñesas compró este icono del cocido madrileño con el objetivo de mantenerlo abierto. Además, también tiene una empresa de catering.

Por último, la sociedad está inmersa en otro proyecto para rehabilitar la bodega del antiguo convento de Santullano, en San Esteban de Valdueza (Ponferrada), y construir nuevas instalaciones para usos turísticos y agroalimentarios.