La "reduflación", el procedimiento por el que algunas industrias reducen la cantidad de producto que incluyen en un embalaje sin bajar el precio, quedará prohibida en Francia desde noviembre, según ha anunciado su primera ministra, Élisabeth Borne.
"Vamos a prohibirla. Desde noviembre, todos los productos sujetos a cambios de cantidad tendrán que señalarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor", avanzó Borne en una entrevista que publica este domingo el diario Le Parisien, recoge Efe.
Se trata de una práctica cada vez más extendida en Francia, según han denunciado las organizaciones de consumidores en las últimas semanas tras visitas de investigación a los supermercados.
Carrefour empezó a hacerlo
Añaden que en un buen número de casos, el volumen embalado baja y el precio no solo no baja sino que incluso aumenta. Un fenómeno que se ha producido en prácticamente todas las estanterías de los supermercados, como las de helados, bebidas y todo tipo de alimentos.
La cadena de distribución Carrefour, la más importante de Francia, comenzó la semana pasada a marcar por su cuenta los productos que habían experimentado esta "reduflación". En concreto, sus etiquetas rezan: "Este producto ha reducido su contenido y ha aumentado su precio".
Venta a pérdidas
La primera ministra también ha avanzado que los distribuidores de carburantes podrán vender productos a pérdidas -rompiendo una prohibición que data de 1963- para intentar frenar la espiral inflacionista de los combustibles.
Esa autorización se extenderá "durante un período limitado a algunos meses", señaló Borne, que prevé "resultados tangibles" para los consumidores sin que el Gobierno tenga que subvencionar los combustibles como hizo el año pasado tras la invasión rusa de Ucrania.
Este año, el precio de los carburantes ha subido como consecuencia del aumento del precio del petróleo como consecuencia de los recortes de producción de algunos grandes países productores de la OPEP y sus aliados (OPEP+), encabezados por Arabia Saudí.