La pasta es un alimento típico de la dieta mediterránea. Sin embargo, en España la mítica Pastas Gallo fue la encargada de hacer asequible este producto y que llegara a todos los hogares. Este año celebra su 75 aniversario estando presente en 7 de cada 10 hogares. Además, es conocida por el 98% de los españoles.

Pasta seca, precocinadas, salsas propias y hasta variedades orientales son algunos de los productos que han llevado a la compañía a finalizar el pasado ejercicio con unas ventas de 128 millones de euros, un 12% más que un año antes. Mientras que su resultado de explotación ascendió a 9,9 millones y su beneficio neto se redujo un 13,4%, hasta los 15,72 millones, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

Dentro de estos datos económicos destaca que, a pesar de vender en todo el mundo, el 84% de su negocio se generó en España. Mientras que un 10,7% se realizó dentro de la zona Euro y el 5,3% restante se facturó en el resto de mercados.

75 años de historia 

Pero para llegar a esos resultados satisfactorios, hay una historia de esfuerzo y constancia detrás. La de Pastas Gallo comenzó en 1946 cuando José Espona, con tan sólo 20 años, funda la empresa mediante la adquisición de una fábrica de harinas en Rubí (Barcelona).

En el año 1952, Espona construyó una nueva fábrica en Terrassa (Barcelona), a donde trasladó la anterior fabricación. De esta forma, se amplía la gama de productos con la incorporación de harinas especiales para repostería, churrería y pastas alimenticias.

Anuncio Pastas Gallo

En 1958 adquiere la Fábrica de Harinas de El Carpio (Córdoba) y la transforma en semolería. Poco más de una década después, ya era posible encontrar Pastas Gallo en más de 100.000 puntos de venta en toda España. 

El afán de superación y aprendizaje llevaron a José Espona a viajar a Italia en 1960 con el objetivo de aprenderlo todo sobre la sémola de trigo duro. Tras este proceso formativo, adquirió la semolería de la Puebla de la Calzada (Extremadura), Fábricas de Pasta Faisán (Madrid) y La Góndola (Valladolid), iniciando un arduo proceso de adquisición y reorganización de nuevas fábricas en Ferrol, Vigo, Torrelavega, Málaga, Cádiz, Granada, Cartagena, Bailén y Palma de Mallorca, entre otras.

Ya en el siglo XXI, y tras el fallecimiento de su fundador, Pastas Gallo continúa el legado de este de asumir nuevos desafíos, como el lanzamiento de toda una gama de productos sin gluten (2004), las nuevas variedades de pasta integral y una nueva gama de pasta clásica que se prepara en sólo 3 minutos (2013).

En 2015, la fábrica de Esparraguera (Barcelona) se convirtió en la única del país en producir pasta sin gluten de forma exclusiva. Hoy en día, los productos de Pastas Gallo se consumen en más de 40 países diferentes.

Pastas Gallo-Sin Gluten Instagram de Pastas Gallo

Pionera en el sector

Desde 1946 hasta el presente, Pastas Gallo conmemora este 2021 los 75 años del modelo de negocio que democratizó el consumo de pasta en España. Desde la compañía subrayan que "han demostrado su compromiso con el consumidor y su cercanía con las familias de este país".

De esta forma, la marca lleva 75 años ejerciendo una labor que se caracteriza por formar parte de todo el proceso productivo. Desde el cultivo de la materia prima, la producción, la distribución y hasta la presentación externa de las distintas variedades.

Actualmente, el grupo comercializa más de 90 referencias y emplea a 530 personas.  En el verano de 2019, sus herederos vendieron la mayoría de la empresa al fondo de capital riesgo ProA, aunque algunos miembros de la familia conservan una participación minoritaria.

Por otra parte, tiene previsto trasladar en diciembre su sede corporativa desde el número 468 de la Diagonal a Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Aunque la sede social se encuentra en El Carpio (Córdoba), localidad en la que Gallo tiene una de sus plantas.

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