“Nos encontramos con promociones que actualmente ya están sufriendo retrasos en sus calendarios de obra”, afirma José María Basañez, presidente de Tecnitasa y presidente de Atasa (Asociación Profesional de Sociedades de Valoración).

Retrasos provocados por la ralentización de la cadena de suministros y por el fuerte incremento de determinados materiales de construcción en los últimos meses. Sin olvidar la escasez de mano de obra especializada. Si ya de por sí el sector de la construcción se encontraba revuelto, la alta incidencia de la Covid viene a agitar esta particular coctelera.

Un cóctel explosivo que puede generar una tormenta perfecta si los contagios derivados de la variante ómicron se alarga en el tiempo. “Sin duda, las bajas afectan al ritmo de trabajo. Este tipo de alteraciones son más intensas en obras realizadas por equipos pequeños. Empresas pequeñas que, por otra parte, son la gran mayoría”, señala Sebastián Molinero, secretario general de Andimac.

El representante de la patronal de la reforma no duda en reseñar que “pueden generarse retrasos”. Y va más allá: “Incluso se producen paralizaciones temporales de obra en aquellas en las que el jefe de obra debe aislarse y no puede estar supervisando el proceso de ejecución”.

Sin duda, algo que acaba afectando a todo tipo de obras “Pero el extremo de la paralización se da en estas pequeñas compañías”, matiza Sebastián Molinero.

Subida de precios

Si a la ralentización de la cadena de suministros, el fuerte incremento de algunos materiales, y la escasez de mano obra sumáramos la posible incidencia de un alto porcentaje de bajas laborales en la construcción motivadas por infección de Covid, la consecuencia sería que “los retrasos acumulados podrían incrementarse notablemente”.

Así opina José María Basañez que desvela cuál sería la derivada de esta situación: “Provocaría gran incremento de costes, disminución temporal de la oferta y la consiguiente subida de los precios de venta”.

Un escenario que podría trasladarse, sobre todo, a uno de los grandes ‘vencedores’ durante la pandemia. Se trata de la construcción de viviendas unifamiliares. Conviene recordar que su número ha crecido del 20% al 25% del total de viviendas a construir. “Es uno de los segmentos más afectados por las razones anteriormente comentadas”, subraya el secretario general de Andimac.

Y añade: “El alto grado de contagio y las medidas de aislamiento por contacto están tensionando más que nunca los recursos humanos de las empresas. Quizás en estas fechas es menos notorio en muchos sectores por el efecto vacacional y menor actividad, pero podría ser un problema importante en enero cuando se deba retomar la actividad”.

Cumplimiento de medidas

Concha Santos, presidente de Anci (la asociación nacional de constructoras no cotizadas), destaca por su parte que las empresas, desde el principio de la pandemia, han cumplido con todas las medidas sanitarias. “Hasta la fecha, las obras no han sufrido retrasos relacionados con bajas laborales por temas Covid”, enfatiza.

Aunque eso no significa que estén ‘libres de pecado'. “Confiamos en que la aplicación de unas correctas medidas de prevención de contagios y la buena marcha de la vacunación permita mantener las obras en marcha con un ritmo de ejecución adecuado”, puntualiza. Por tanto, habrá que ir viendo cómo van evolucionando todos estos aspectos para ver cuál será el comportamiento del sector durante 2022 y sus posibles repercusiones.

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