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Las claves

El mercado ha dictado sentencia. Al menos, a corto plazo. Y la conclusión parece bastante clara. Una semana después del fracaso de la opa, los inversores premian a Banco Sabadell y ponen en entredicho a BBVA.

La opa hostil de BBVA sobre Sabadell se saldó con tan sólo el 25,33% de aceptaciones y, por tanto, la oferta quedó sin efecto. Ni Carlos Torres ni Onur Genç, presidente y CEO del banco vasco, dimitieron por el fiasco.

Al afrontar sus caminos por separado, el mercado confía más en la ruta en solitario del Sabadell que en el descoloque que tiene encima BBVA.

El día inmediatamente posterior a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicara el balance de los canjes, Banco Sabadell se desplomó un 6,8% en bolsa, mientras que BBVA se disparó un 6%.

Pero calmadas las aguas y con una semana de recorrido posterior en los parqués, la foto ha cambiado a favor del Sabadell, cuyos títulos se han revalorizado un 3%, hasta los 3,10 euros por acción.

Por el contrario, las acciones del BBVA se han ralentizado en el mismo periodo, con un discreto aumento del 1,5%, hasta los 16,90 euros.

Esto es, las acciones del Sabadell han ganado el doble, dejando a un lado el efecto más rabioso del corto plazo tras certificarse el fin de la opa.

Y todo ello cuando los bancos españoles ya han comenzado a presentar sus resultados del tercer trimestre. Bankinter ha abierto la veda, con un beneficio neto de 812 millones de euros, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.

El turno de BBVA llegará el próximo 30 de octubre, y para ver las cifras de Banco Sabadell habrá que esperar dos semanas más, hasta el 13 de noviembre.

Dudas a ambos lados

Los analistas se preguntan qué será de Banco Sabadell a partir del segundo trimestre de 2026, sin TSB como motor de ingresos y una vez reparta en el primer trimestre el megadividendo de su venta al Santander.

Pero también se cuestionan cómo moverá ficha un BBVA con exceso de capital y muy escorado a los riesgos de países emergentes como México y Turquía.

Por ahora, la batalla del relato post-opa la gana el banco vallesano. Pero todavía queda partido por jugar. Los mercados no dan tregua.