Quedan tres días para terminar la opa de BBVA sobre Sabadell y en las filas de la entidad catalana se respira tranquilidad. Todo lo contrario a lo ocurrido hace siete días, cuando el accionista mexicano David Martínez Guzmán dijo que iría a la operación.
El consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, asegura que el efecto arrastre que temían no se ha producido. "Seguimos en el 1% de los minoristas. Es más, el último día hay cambio de tendencia. Incluso algunos accionistas que ya habían canjeado están dando marcha atrás".
El susto del accionista mexicano ha generado un malestar en el Sabadell que no era deseado por nadie, pero que no se ha podido evitar. "Si se ha molestado, le pedimos disculpas", se excusa.
En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia, el CEO del banco vallesano asegura que era público que Martínez llevaba 16 meses hablando con BBVA, "y me hubiera gustado que compartiese esas conversaciones con el consejo".
Incluso la entidad catalana ha reclamado a la CNMV que, quien respalde la opa, diga si va en firme para evitar que en los últimos días se produzca un efecto llamada indeseado.
Todas las miras están puestas ahora en si BBVA llegará o no a ese 30% mínimo, que le obligaría a lanzar una segunda opa en metálico e iniciar un proceso muy duro si quiere controlar el Sabadell, tanto por el coste como por ser una operación de alto riesgo.
Los cálculos de González-Bueno (que hasta ahora han sido acertados) apuntan a que pueden llegar a algo más del 20%, si bien todo va a depender del apoyo de los inversores institucionales.
César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell
"Alguno de ellos irá a la opa con una parte. Es posible que otros vayan con todo, pero que vayan muchos o todos con todo, eso es imposible. Y es lo que necesitarían para llegar a un 42%", que no van a llegar ni de casualidad", remarca el ejecutivo.
"Si llegan al 30%, va a ser por los pelos. Entonces, tienen la posible obligación de llegar a pagar el 70% restante en efectivo, y eso son 12.000 millones", una cifra difícil de asumir a pesar de tener exceso de capital, recuerda el consejero delegado del banco vallesano.
Desde el Sabadell saben que una segunda opa se va a hacer a no menos del precio actual (3,39 euros). Pero nadie descarta que una vez lanzada la operación pueden caer las acciones de todo el sector, con lo que todo el mundo iría a la opa y el coste para BBVA sería demasiado alto.
Aun así, González-Bueno reconoce que en ese escenario "el Sabadell estaría en manos del BBVA", pero con "un atolladero brutal": "Una gestión complicada del consejo y de las juntas generales, y una financiación de 12.000 millones".
César González-Bueno, CEO de Banco Sabadell
Vamos, que para el consejero delegado, "si se queda en un 30% y lanza una segunda opa, que sería un suicidio, BBVA va a tener que elegir entre susto o muerte".
"Dudo mucho que lo hagan. Y, por lo tanto, creo que las probabilidades de llegar a la segunda opa son muy bajas. Si llegan al 30%, yo creo que se lo pensarán".
"Durante los tres, cuatro o cinco próximos meses, los accionistas van a tener la opción de canjear. Entonces, nuestra acción no va a bajar porque, como tiene ese suelo, tú siempre puedes decir que te paguen ese dinero. Pero el resto del mercado puede bajar", insiste González-Bueno.
César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell
El papel de la CNMV en esa segunda opa será crucial, tanto para fijar el precio de entre todos los posibles -"en eso hay un lío tremendo", reconoce el CEO del Sabadell-, como para controlar el segundo folleto y un proceso que se iría al año que viene.
Todas las incógnitas están abiertas de cara a esa posible segunda opa. Algo que no se sabrá hasta la semana que viene. "Lo único que está claro es que lo que dice Carlos Torres, de que el precio será igual, es lo único que no es así, porque no se sabe cuál será".
