El BBVA ha dado un paso adelante y modifica por completo la oferta lanzada sobre el Banco Sabadell.
Ofrece un canje únicamente en acciones, sin pago en metálico, que supone una mejora del 10% sobre la propuesta anterior.
De este modo, el canje de la opa será de una oferta de una acción ordinaria de BBVA por cada 4,8376 acciones ordinarias del Sabadell. Todos los títulos serán de nueva emisión.
Según las estimaciones del banco vasco, este nuevo canje supone valorar las acciones del Sabadell en 3,39 euros, es decir, en niveles máximos en más de una década.
Hasta el anuncio de esta mejora, la contraprestación ofrecida era de una acción ordinaria de BBVA y 0,70 euros en efectivo por cada 5,5483 títulos ordinarios de Banco Sabadell.
Fiscalidad
La operación cuenta con la ventaja adicional de que es fiscalmente neutra si la aceptación supera el 50% de los derechos de voto, dado que no hay pago en metálico, sólo canje de acciones.
Además, la entidad vasca ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que rechaza ampliar el plazo de aceptación una vez que se autorice la modificación del precio. También renuncia a llevar a cabo nuevas mejoras de la oferta de compra sobre el Sabadell.
"Con esta mejora ponemos en manos de los accionistas de Banco Sabadell una oferta extraordinaria, con una valoración y un precio históricos, y la oportunidad de participar del enorme valor generado con la unión", ha señalado Carlos Torres, presidente de BBVA.
Si se calcula desde el momento en que se anunció la operación, 16 meses atrás, el valor equivalente de la oferta es un 60% más, recuerda el banco vasco. En aquel momento suponía un coste total de 12.200 millones de euros, y ahora se ha colocado en 19.500 millones.
La nueva oferta otorgaría a los accionistas de Banco Sabadell una participación del 15,3% en BBVA. Desde el banco aseguran que la oferta supone un beneficio por acción del 41% superior al que lograrían en caso de que la entidad mantuviera su andadura en solitario.
Incluso en lo que respecta a los accionistas de BBVA, la entidad insiste en que la operación puede mejorar un 3% su beneficio por acción desde el primer año, con un retorno de la inversión estimado en el 17%.
De llevarse a cabo este canje, BBVA tendría un impacto de 21 puntos básicos menos en su ratio de capital CET1. Pero ese recorte sería compensado una vez que se produzca la venta de TSB y se cobre el dividendo correspondiente, hasta quedar 40 puntos más que ahora.
El cambio de oferta supone la publicación de un suplemento al folleto actual, de forma que el plazo de aceptación quedará paralizado hasta que se realice esa modificación.
Vuelta a empezar
Como es lógico, desde BBVA se garantiza el pago de la nueva oferta a los accionistas que hasta ahora hayan secundado la oferta anterior.
No obstante, las primeras estimaciones realizadas en el mercado daban un número muy bajo de accionistas del Sabadell dispuestos a aceptar la oferta. Todos esperaban una mejora.
Si hacemos caso a las estimaciones de los analistas y a las que se hacían en el seno del Sabadell, el aumento de la oferta se planteaba por encima del 10% que ahora ofrece BBVA. Otras fuentes internacionales habían señalado que la mejora del 10% (unos 1.500 millones más) sería suficiente.
Es un avance importante el ahorro fiscal que supone. Desde el banco vasco insisten en las grandes ventajas de formar parte de un banco mayor en el contexto europeo y ante la necesidad de inversiones que es necesario realizar en tecnología.
El banco catalán tendrá ahora que pronunciarse ante la nueva oferta. El propio Josep Oliu se mostró dispuesto a estudiar cualquier mejora, a pesar del rechazo frontal a la primera propuesta y de que se trata de una operación hostil desde su inicio.
