El fin de EVO Banco está cerca. Bankinter prevé apagar los servicios de la entidad el próximo 11 de julio, momento a partir del cual todos sus clientes lo serán ya de la entidad que dirige Gloria Ortiz. Lo hará para culminar su integración tecnológica, el momento más sensible de la operación.
El banco ha comunicado a sus clientes que en esa fecha se producirá "el apagón final de EVO", de forma que ese día dejarán de estar disponibles de forma definitiva los accesos a la banca online, la aplicación y la web de la entidad.
También se cerrará la sucursal ubicada en la calle Don Ramón de la Cruz, número 84, de Madrid. Y es que, como informó EL ESPAÑOL-Invertia, la antigua sede corporativa de EVO Banco, donde se ubica actualmente esta oficina, dejará de utilizarse tras la fusión.
A la fusión solamente le queda el paso más sensible, la migración tecnológica. Un proceso que ya ha comenzado y que consistirá en ir desconectando poco a poco los sistemas de EVO Banco y en trasladarlos a la plataforma tecnológica de Bankinter.
Es por eso que algunos servicios van a ir dejando de estar disponibles temporalmente. Desde el martes, 1 de julio, no se pueden utilizar las devoluciones de recibos fuera de plazo, los pagos y domiciliaciones de la Seguridad Social y el incremento del límite de la tarjeta de crédito.
Desde este lunes, 8 de julio, no se podrá modificar datos personales (email, teléfono, dirección, DNI...), realizar suscripciones o reembolsos a fondos de inversión, hacer transferencias fuera del territorio SEPA -los 27 países de la UE, Liechtenstein, Islandia y Noruega, Andorra, Mónaco, San Marino, Suiza, Reino Unido y Ciudad del Vaticano- ni enviar transferencias de divisas no euro fuera de España.
Además, desde el jueves 10 de julio no se podrán hacer transferencias entre cuentas de EVO de distintos titulares, ingresos en la tarjeta o duplicados de tarjeta. A partir del día 11, no se realizarán compraventas ni traspasos de acciones y ETF. La operativa estará disponible en Bankinter tras la migración.
Durante el traspaso, los clientes no sufrirán ningún trastorno si quieren realizar transferencias u otro tipo de operativa, pues pasarán de realizarla en los sistemas de EVO a hacerlo en los de Bankinter.
Eso sí, las órdenes de compraventa de acciones pendientes de ejecutar y las aportaciones periódicas a fondos de inversión quedarán canceladas automáticamente y los clientes deberán volver a programarlas en Bankinter.
En realidad, EVO Banco ya había empezado a desaparecer. La personalidad jurídica de la entidad se extinguió el pasado 1 de abril, día en el que quedó inscrita la escritura de la fusión en el Registro Mercantil.
Sin embargo, la integración total no se puede realizar de forma instantánea en el momento de la inscripción en el Registro. Es por eso que durante tres meses y medio Bankinter ha ido fusionando los equipos y llevándolos a sus sedes.
Trece años de historia
Han pasado ya seis años desde que Bankinter cerró la compra de esta entidad, nacida en 2012 al calor de la crisis financiera y de las cenizas del desmantelamiento de Caixa Galicia y Caixanova.
Estas dos cajas de ahorros gallegas se integraron en lo que se llamó NovaCaixaGalicia Banco (NCG Banco), cuyo negocio se dividió en dos marcas tras su nacionalización: la actual Abanca y EVO Banco.
Esta última quedó en septiembre de 2013 en manos del fondo Apollo, que adquirió la entidad por 60 millones de euros. Seis años después, Bankinter se hizo con EVO Banco y con su filial de consumo irlandesa, Avantcard, por unos 65,8 millones.
EVO Banco ha estado operando como marca independiente durante todos estos años, pero en junio del año pasado Bankinter decidió integrar la entidad en su negocio en España. Una operación con la que prevé ahorrar costes por entre 15 y 20 millones este año.
El cambio de enfoque se produjo apenas unos meses después de la llegada de Ortiz a los mandos de la entidad tras el cambio de rol de su actual presidenta, María Dolores Dancausa.
Bajo su mandato, no solamente se ha decidido la integración de EVO, sino también la conversión de Avantcard en banco y su incorporación a la marca Bankinter, así como el impulso a la digitalización del negocio en Portugal.
