Quedan apenas cuatro días para que los antiguos clientes de Bankia lo sean únicamente de CaixaBank y la entidad está cerrando los últimos flecos para poder zanjar la integración tecnológica de ambos bancos este fin de semana. Un proceso muy sensible en el que CaixaBank tendrá que migrar a su plataforma millones de datos de los antiguos clientes de Bankia, que pesan tanto como 1.800 millones de canciones de alta calidad como las que se encuentran alojadas en Spotify

No en vano, CaixaBank debe migrar a su plataforma toda la información financiera de 7,6 millones de antiguos clientes de Bankia, lo que supone un volumen de información considerablemente grande. De hecho, esta es, según la entidad, la integración tecnológica y comercial más grande realizada hasta ahora en el sistema financiero español.

Más concretamente, el banco va a tener que integrar en su plataforma 10,4 petaBytes de información, un volumen que equivale a 45 veces la capacidad almacenada en Spotify, es decir, que pesa lo mismo que 1.800 millones de canciones en formato mp3 de alta calidad, de acuerdo con las estimaciones del banco.

En el mismo se encuentran 2.500 millones de documentos digitalizados, entre los que hay DNI, contratos, firmas, recibos o correspondencia, entre otros. Estos documentos, si fueran extendidos en papel, ocuparían la superficie de más de 20.000 campos de fútbol.

Un proceso, como se aprecia, de extremada sensibilidad, pues cualquier fallo podría tener consecuencias muy importantes para los clientes a nivel individual. Es por eso que los equipos de CaixaBank llevan meses trabajando en este proceso, que culminará este fin de semana, como lleva semanas contando EL ESPAÑOL-Invertia.

Interrupción del servicio

El proceso, para ser realizado con todas las garantías de seguridad, conllevará pequeñas interrupciones temporales de los servicios para los antiguos clientes de Bankia (los de CaixaBank no tienen por qué notar nada).

Así, como contó este periódico, no podrán utilizar los servicios de Bizum durante unas horas, en las que tampoco podrán realizar transferencias y otras operaciones. Los cajeros y los TPV, sin embargo, funcionarán con normalidad, aunque los clientes no podrán ver actualizado su saldo tras sacar dinero o pagar con la tarjeta.

Tarjeta de CaixaBank.

De todas estas pequeñas perturbaciones ha ido informando el banco a sus clientes, al igual que lo ha hecho en relación a las modificaciones que experimentarán los productos y servicios que tenían contratados con Bankia y los que seguirán igual, sin cambios.

Más concretamente, los productos con duración definida, como las hipotecas, los préstamos al consumo, los depósitos y las pólizas de seguros, mantendrán las mismas condiciones hasta su vencimiento.

Cambio de IBAN

Las cuentas se mantienen, pero los números de cuenta cambiarán para adaptarse al formato IBAN de CaixaBank. Eso sí, las domiciliaciones de ingresos y pagos no correrán peligro, pues cambiarán automáticamente de estar referenciados de un número a otro y el cliente no tendrá que realizar ninguna gestión.

Las condiciones de las cuentas se adaptarán al modelo CaixaBank, lo que se traduce en que los clientes tendrán que cumplir otros requisitos para evitar pagar comisiones (tener domiciliados los ingresos y tres recibos o hacer tres pagos con tarjeta de crédito al trimestre). Esto implica, según CaixaBank, que más de 13,6 millones de clientes tendrán gratis sus operaciones más usuales con el banco.

La operativa de canales digitales, por su parte, quedará transferida a los canales de CaixaBank. Esto supone, como ya informó EL ESPAÑOL-Invertia, que los antiguos clientes de Bankia deberán darse de alta en la aplicación de CaixaBank (CaixaBankNow), algo que podrán hacer con su NIF y sus antiguas claves.

Por último, el servicio de pago móvil se actualizará automáticamente en el caso de los usuarios de Apple Pay y de Samsung Pay. Además, cualquier cliente podrá ver sus nuevas tarjetas de CaixaBank virtualizadas en las aplicaciones de banca móvil del banco y realizar pagos con ellas. Los clientes que pagaban con Google Pay podrán seguir haciendo pagos con el móvil utilizando CaixaBankNow o la app de imagin.

Lo que no será necesario cambiar será su tarjeta de plástico con imagen de Bankia, que se mantendrá operativa hasta la fecha de caducidad indicada en la propia tarjeta. Tampoco será necesario cambiar las libretas.

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