La recuperación de la economía y, más concretamente, del consumo ya se está notando en el comportamiento de las familias. Así lo constatan las últimas cuentas de Santander, que reflejan "una economía mucho más abierta" al cierre de junio frente a los meses anteriores, en palabras de su consejero delegado, José Antonio Álvarez.

Y no solo en comparación con el mismo semestre del año pasado, cuando el confinamiento paralizó la actividad presencial, lo que distorsiona todo intento de cotejo, sino en el último trimestre respecto al anterior, lo que demuestra que la actividad va mejor semana a semana.

En los últimos tres meses, a nivel global Santander vio elevarse un 19% la facturación de sus terminales de punto de venta (TPV) y un 14% la de tarjetas, al tiempo que la nueva producción de Digital Consumer Bank (el segmento bajo el que se contabiliza la actividad de Santander Consumer Finance y de Openbank) se aceleró un 18%. Cifras a doble dígito que no son nada desdeñables teniendo en cuenta que ponen en comparación dos periodos con una diferencia de apenas tres meses.

Los activos bajo gestión de Santander AM y Banca Privada, así como las primas por seguros también crecieron, aunque a un solo dígito, concretamente un 5% y un 9%, respectivamente. Lo que cayó en el segundo trimestre frente al primero fue el importe de comisiones de debt capital markets, equity capital markets y mergers & acquisitions, que lo hizo un 7%.

Con todo, este último importe se impulsó un 25% respecto a junio de 2020, cuando la pandemia se había llevado por delante gran parte de la actividad. Y es que la comparación de cualquier cifra del semestre con el año pasado sale bien parada, por lo que la imagen que genera la comparación está distorsionada.

José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la presentación de los resultados del primer semestre.

Así, el crecimiento de la facturación por TPV respecto al año pasado es del 54%, la de tarjetas del 26% y la nueva producción de Digital Consumer Bank, del 20%. Por su parte, los activos bajo gestión y las primas por seguros avanzaron un 12% sobre los registros de junio de 2020.

Señales todas de una recuperación incipiente que desde Santander esperan que se mantenga. Aunque la entidad no comparte sus objetivos de negocio para final de año, Álvarez destacó durante la presentación de resultados que la tendencia que prevén es de "economías más abiertas" y que esto tenga su efecto en un crecimiento de los ingresos. "Esperamos una dinámica sostenida de mejora", añadió. 

Liberar provisiones

Dos factores han sido clave para esta buena evolución en los distintos mercados en los que opera Santander, como incidió en varias ocasiones su consejero delegado: un desempleo mejor de lo esperado y una buena evolución de los precios de la vivienda, que no han caído, como se preveía.

De hecho, las mejores perspectivas han llevado a la entidad a realizar una reversión de provisiones en algunos de sus mercados, como Reino Unido (liberados 68 millones).  Allí gran parte de su negocio está relacionado con la vivienda. También en Estados Unidos (las provisiones cayeron un 91%), donde uno de sus principales negocios es la financiación de automóviles.

Fruto de la mejor evolución de la economía y el negocio, el coste del crédito ha ido a la par y se sitúa en el 0,94% al cierre de junio, es decir, 38 puntos básicos por debajo de hace un año, mejor de lo esperado por la entidad.

"Una parte de las provisiones, si esto continúa así, tendría alguna capacidad de ser liberada, pero vamos a esperar a que esto se confirme", apuntó Álvarez.

También destacó que en el mundo del crédito a empresas aún existe mucha incertidumbre porque algunos sectores están muy impactados por la pandemia en algunas geografías en las que opera el banco, como en turismo en España. Es por eso por lo que el escudo protector de provisiones se mantendrá en general "prudentemente alto" hasta que exista mayor claridad. 

"La especialización relativa del país cuenta mucho. En España son los servicios", explicó, si bien recalcó que las previsiones del Fondo Monetario Internacional ("Que está más cualificado"), actualizadas ayer, contemplan "en general, un fuerte rebote de las economías". "Esa es la idea del escenario en la que vamos a trabajar", concluyó.

En este plan podría cruzarse un hipotético impacto en las economías de la variante Delta de la Covid-19. Sin embargo, desde Santander creen que, pese a tener una velocidad de propagación superior a otras variantes, la vacunación está frenando en esta ocasión el crecimiento de la hospitalización y los fallecimientos, de forma que continúan "siendo optimistas" respecto a la economía en el futuro próximo.

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