La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha publicado este jueves un informe sobre el impacto que la implementación de Basilea III tendrá en el capital de la banca. Y las conclusiones no pueden ser más claras: las entidades europeas necesitarían 9.400 millones de euros adicionales en capital Tier 1 para cumplir con la regulación. 

Según los cálculos de la EBA, esto supondría un incremento del 15,4%, de media, en los mínimos requeridos actualmente por los reguladores. Eso sí, el resultado no refleja el impacto económico de la pandemia, pues los datos tomados en la encuesta se refieren al cierre de diciembre de 2019 y las estimaciones tienen en cuenta que Basilea III se implementa en su totalidad en 2028. 

Según detalla el organismo, que tiene previsto publicar el próximo 15 de diciembre un informe más detallado sobre el impacto de esta normativa, los requisitos de capital se incrementarían en un 16,2% para los bancos de mayor tamaño con actividad internacional.

Para las entidades sistémicas, que estarían dentro de este grupo, los requisitos se elevarían un 23%, mientras que para el resto de entidades analizadas el aumento sería del 11,1%.

Las nuevas estimaciones se producen en un momento en el que los reguladores siguen siendo ampliamente flexibles con el sector financiero en términos de provisiones y requisitos de capital, para favorecer que parte de los colchones puedan destinarse a la financiación de la economía en plena crisis. 

Ya en marzo, en pleno estallido de la pandemia, eComité de Supervisión Bancaria de Basilea emitía un comunicado en el que confirmaba su decisión de retrasar un año, hasta el 1 de enero de 2023, la entrada en vigor de Basilea III. 

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