El lastre de los activos dudosos en el balance de los bancos sigue preocupando, y mucho, a un sector que tiene claro que 2021 viene revuelto por el aumento de la morosidad. Y todo pese al esfuerzo realizado en los últimos años para eliminar de las carteras este tipo de riesgo. Un proceso que, aunque este año ha sido más lento, sigue su curso con los seis grandes bancos españoles recortando en 4.695 millones de euros sus dudosos en el último año.

Según las últimas cuentas trimestrales, en total, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter acumulan un total de 70.807 millones de euros en dudosos a cierre de septiembre, desde los 75.502 de hace 12 meses. La cobertura media ronda el 66%.

Pese a todo, analistas, agencias de rating y el propio Banco de España consideran que este ritmo debería acelerarse, incluso siendo conscientes de que la pandemia ha paralizado muchas operaciones de ventas de carteras que, según fuentes consultadas, deberían reactivarse antes de que termine el año.

Objetivo: soltar lastre

Soltar lastre resulta vital en un momento en el que el sector en su conjunto sabe que el control de la mora de los últimos meses es puro espejismo, anticipando tiempos duros y mayores impagos cuando moratorias, ERTE y préstamos ICO empiecen a vencer.

Como es lógico por su tamaño, Banco Santander acumula 30.894 millones de euros en dudosos a cierre de septiembre, unos 4.000 millones de euros menos que hace un año. La entidad ha rebajado su morosidad del 3,47% al 3,15% este último trimestre, y también ha reforzado la cobertura frente a este tipo de activos del 67% al 76%.

Por su parte, BBVA cuenta con 16.241 millones de euros entre créditos dudosos y garantías concedidas dudosas, ligeramente por debajo de los 17.092 millones que la entidad registraba hace un año. La tasa de cobertura se mantiene en línea con la del año pasado, en el entorno del 85%.

Los dudosos de CaixaBank superan los 9.000 millones de euros, con una cobertura del 65%. La cifra supera los 8.794 millones de euros registrados a cierre del pasado año.

CaixaBank y Bankia deben reducir tóxicos para poner el 'lazo' a su fusión.

Desde la entidad justifican este ligero incremento por la menor actividad en el estado de alarma. Y la cifra también es inferior a los 9.953 millones registrados hace justo un año, cuando la entidad ya recortó bastante esta clase de activos con la formalización de varias ventas de carteras.

De hecho, hace un par de semanas la entidad reactivó esta estrategia, dando mandato a KPMG para poner a la venta dos carteras de activos tóxicos valorados en unos 1.000 millones de euros, con lo que pretende limpiar parte de su balance antes de cerrar la fusión con Bankia.

Banca mediana, en el foco

El saldo total de la entidad comandada por José Ignacio Goirigolzarri, asciende a 6.458 millones de euros, desde los 7.117 millones registrados a cierre de septiembre de 2019, con una cobertura del 53,7%. Por su parte, la cifra se sitúa en 6.127 en Banco Sabadell, prácticamente igual que los 6.391 millones registrados hace un año. Eso sí, la entidad ha elevado notablemente la cobertura de estos activos, hasta el 56,5% frente al 51,1%.

Por último, los dudosos de Bankinter se mantienen en 1.745 millones de euros desde los 1.782 millones de hace un año, con una cobertura superior a la de sus competidores directos por tamaño, del 61,65%.

Los reguladores y el propio sector bancario tienen claro que el deterioro de las perspectivas macroeconómicas obliga a dar un nuevo empujón a la venta de carteras de dudosos. Aunque en sus últimas apariciones públicas los banqueros limitan el pico de morosidad en 2021 en el entorno del 5%, reguladores y agencias de rating ya han dejado claro que las provisiones tendrán que ser mayores para hacer frente al repunte de los impagos.

En este escenario, el BCE ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de crear una red de entidades de gestión de activos o 'bancos malos' con el fin de atajar de manera más ágil y eficiente este aumento de los préstamos dudosos en Europa. Una propuesta que ha generado cierto escepticismo incluso dentro de las autoridades europeas.

La propia presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König, tiene claro que este tipo de sociedades de gestión de activos no son una "varita mágica" para eliminar las pérdidas. Si no, que se lo pregunten a Sareb. 

Noticias relacionadas