Desde hace varios años, hay zonas de España que tienden hacia la despoblación. Esta migración hacia las grandes ciudades ha repercutido de forma negativa en la supervivencia de las farmacias situadas en los núcleos rurales.

Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 ha llevado a una vuelta de la población al medio rural. Esta tendencia "puede suponer una oportunidad para favorecer la rentabilidad de las boticas de estas zonas despobladas", ha señalado Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Farmacéuticos.

Según los últimos datos facilitados por la organización colegial, en 2019 había 822 farmacias cuya viabilidad económica estaba comprometida, es decir, facturan por debajo de los 200.000 euros anuales. Nueve de cada 10 de estas farmacias se sitúan fuera de capitales de provincia.

Las previsiones para 2020 son que esta cifra se mantenga o disminuya ligeramente, según ha señalado Jaime Espolita, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar). Sin embargo, esta disminución no siempre son buenas noticias: "Puede significar el cierre definitivo de las boticas", ha advertido. En 2019 fueron 33 las farmacias que cerraron de manera definitiva.

Los principales problemas de la farmacia rural son que "no tienen sus guardias retribuidas, solo cobran por los medicamentos dispensados y la despoblación se ha incrementado". Por tanto, en palabras de Espolita, "si no hay población que consuma medicamentos, la farmacia se ahoga económicamente".

Una farmacéutica, junto a un ciudadano. EP

Sobre la repoblación de las zonas rurales que se ha visto desde el inicio de la pandemia, el presidente de Sefar opina que "es algo puntual", a pesar de que "la gente se ha quedado en los pueblos después del verano, cuando en circunstancias normales esto no hubiera pasado".

Por su parte, Martínez cree necesario “implementar una digitalización en el medio rural con el objetivo de que la tendencia de volver a estas zonas perdure en el tiempo”. De esta manera, “las farmacias ubicadas en estas áreas se beneficiarían”.

Viabilidad económica

Castilla y León y Castilla-La Mancha son las comunidades autónomas en las que el porcentaje de farmacias que no son rentables es mayor. Y es que es en estas regiones donde se acentúa la despoblación.

Para Sefar, las boticas que tienen su viabilidad económica comprometida son todas aquellas que se sitúan en pueblos de menos de 1.000 habitantes. Espolita avisa de que “estas farmacias desaparecerán en 10 o 12 años”.

En este sentido, la secretaria general del Consejo General de Farmacéuticos ha pedido que “todo lo que aporta la farmacia (económicamente) al Sistema Nacional de Salud pudiera retornar, en cierta medida, en apoyar la sostenibilidad de la botica rural para que permanezca”.

Actualmente, las farmacias que facturan por debajo de los 200.000 euros anuales reciben una compensación económica por parte de las Administraciones públicas. Sin embargo, desde Sefar consideran que no es suficiente tener en cuenta solo el factor económico.

“Hay farmacias situadas en núcleos rurales que facturan por encima de esa cantidad, pero están todo el año haciendo guardias, no tienen posibilidad de contratar personal y su situación también es precaria”, ha concluido Espolita.

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