La falta de mano de obra cualificada y la complicación de la normativa laboral son los dos principales problemas del entorno empresarial español, muy por delante de la presión fiscal o el acceso a la financiación o la inestabilidad política.
Así se desprende de la encuesta sobre 'El entorno empresarial y el sector privado en España' realizado por el Banco Mundial en colaboración con la Cámara de Comercio de España. La falta de personal cualificado afecta al 35% de las empresas, mientras que apenas un 5% tiene problemas para obtener financiación o miedo a los vaivenes políticos.
Las complicaciones de la normativa laboral afectan a un 18% de las compañías incluidas en la encuesta, mientras que un porcentaje similar, de apenas el 16% plantean problemas en su actividad por las tasas fiscales que sufren.
La encuesta, que se ha centrado en 1.431 empresas españolas de diferentes sectores y tamaños, revela problemas importantes en sectores como la construcción, donde se tardan 84 días para obtener permisos burocráticos, o una media general de casi 65 días para obtener una licencia de actividad.
El responsable de la encuesta española en el Banco Mundial, Jorge Rodríguez Mesa, advirtió que se denotan mejoras en el caso español en 2024, en comparación con los datos de cuatro años antes.
De hecho, hay un 73% de empresas en España con programas de formación para paliar el principal de los problemas encontrados, veinte puntos más que en 2021 y por encima del resto de países considerados de ingresos altos a nivel mundial.
Cuellos de botella
En el ámbito laboral, el estudio demuestra que en España hay un nivel muy alto de empresas que generan empleo, casi el triple otras economías avanzadas, pero las mejoras en la remuneración en 2024 se quedan en la mitad que la media general.
Esa situación laboral problemática se deja ver sobre todo en que hay una media del 15% de empresas en España inmersas en litigios laborales en los últimos tres años, frente al 6% de los países de ingresos altos, con una media de 7 meses para resolverlos, también mayor.
Del lado tributario, España tampoco mejora frente a su entorno de países avanzados. La tasa efectiva calculada para las cotizaciones sociales (totales) se coloca en el 26%, seis puntos sobre la media, mientras que los impuestos en general están en el 24% siete puntos más que en países de altos ingresos.
Toda esa complicación laboral y fiscal se deja ver en que los ejecutivos españoles tienen que dedicar el 11% de su tiempo a cumplir con las regulaciones, dos menos que hace cuatro años, pero tres meses por encima que el resto de competidores en países desarrollados.
Inmaculada Riera, directora general de la Cámara de Comercio de España recordó la importancia de este informe, al identificar las barreras que afectan a la colaboración público-privada, que es clave para el momento que vive el país.
Riera destacó el papel de las grandes empresas como tractoras de las pymes, en las que la formación y aprovechar el valor añadido de las cadenas de valor es clave.
En el discudrso de clausura, la presidenta de la Airef, Cristina Herrero, lanzó un mensaje de alerta sobre la necesidad de mejorar la inversión, para compensar la caída del dinamismo del consumo privado y su elevado peso en el PIB.
A su entender, a largo plazo hay una senda de desaceleración gradual de la economía que hay que atajar, en un contexto en el que las condiciones financieras son todavía positiva. Desde la Airef también piden una mayor dedicación a la formción, como principal problema de las empresas.
