Persán ha encontrado la llave para superar la barrera psicológica -y financieramente nada despreciable- de los 1.000 millones de facturación. La clave se llama Mibelle Group, una compañía de origen suizo especializada en cuidado personal y cosmética, así como en cuidado del hogar y nutrición, que acaba de comprar.
La operación, cerrada por un importe no desvelado, lleva a la sevillana a hacerse cargo de todos los empleados e instalaciones de Mibelle Group en Suiza, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos y Australia. Es decir, todo a excepción de la filial surcoreana de Mibelle Group, Gowoonsesang Cosmetics, que adquirió L'Oréal.
Con este movimiento, Persán asegura que se convierte "en uno de los mayores actores mundiales en la fabricación y comercialización de productos de marcas del distribuidor para el cuidado personal y del hogar", algo que pronto se verá reflejado en sus cuentas.
Porque la expectativa de la empresa es que la facturación se eleve "por encima de los 1.000 millones de euros", han sostenido en un comunicado, tras estrenarse como gigante en términos de empleados: sumará 3.000 al integrar a los 1.400 trabajadores de Mibelle Group.
"La adquisición de Mibelle Group nos permitirá acceder a nuevas categorías tecnológicamente avanzadas y a seguir desarrollando productos innovadores y de calidad para todos nuestros clientes", ha apuntado el CEO de Persán, Antonio Somé.
También hay gran optimismo en Migros, que ha sido asesorado en esta operación por el equipo de Alantra en Suiza. "La empresa ha crecido con éxito más allá del mercado suizo y del enfoque que Migros ha definido para su futuro. Como parte de Persán, Mibelle tendrá un propietario que permitirá al grupo proseguir", ha remarcado el responsable de Migros Industrie, Matthias Wunderlin.