Valencia

La Comunidad Valenciana ha prolongado hasta el próximo 1 de marzo las restricciones vigentes en la autonomía para hacer frente a la pandemia. Así lo anunció este jueves el presidente autonómico, Ximo Puig, tras la reunión de la Mesa Interdepartamental -el órgano en el que negocian las medidas contra la Covid-19 los tres socios del Gobierno valenciano (PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos-EUPV)-.

En consecuencia, la hostelería valenciana permanecerá cerrada durante todo febrero. Los bares y restaurantes valencianos tuvieron que bajar sus persianas hasta nuevo aviso el pasado 21 de enero, cuando se decretó su cierre total. A los diez últimos días del mes pasado deberán sumar todos los del presente. Ello supondrá cerca de 40 días sin actividad.

Además de las medidas que afectan a la hostelería, se prolongan todas las demás restricciones, como el cierre del comercio no esencial, que se mantendrá en las 18.00 horas; o el toque de queda, que seguirá fijado a las 22.00 horas.

También se mantiene la prohibición de reuniones en los domicilios salvo ante casos justificados y con la excepción de quienes viven solos -que pueden recibir a otra persona-.

A su vez, continúa vigente el cierre perimetral de los municipios de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana, así como la prohibición de acceso o salida del conjunto de la comunidad autónoma.

"Cifra insoportable"

Según explicó Puig, la evolución durante los últimos días dibuja un horizonte más esperanzador gracias al impacto de estas medidas, con las que la Comunidad Valenciana aspira a mejorar sus registros tras un mes de enero para olvidar.

"Las altas casi triplican los nuevos casos en las últimas semanas", subrayó el presidente, aunque reconoció que las muertes diarias, que se mantienen en alrededor de cien, son una "cifra insoportable". "Aún nos queda camino", lamentó.

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