Esta no es la historia de la archiconocida estación 'fantasma' de Chamberí en Madrid -ahora reconvertida para uso turístico-, sino la historia de cinco estaciones al sur de Madrid que nunca han visto la luz, pero están en los planos de la red de metro que se diseñaron con los desarrollos de hace más de 15 años. Sí, en el mismo momento en el que Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre inauguraban estación tras estación. La cuestión es, ¿por qué todavía no están abiertas? 

Pues bien, hay que volver la vista atrás, concretamente hasta el 11 de abril de 2003. Ese día, la gran promesa del Metrosur orquestada por el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, se inauguraba entre vítores de los vecinos y orgullo de los políticos. 

El proyecto de Metrosur contemplaba la incorporación de cinco nuevas estaciones más adelante: las de Poza del Agua (Leganés), Los Rosales y Móstoles Sur (Móstoles), El Vivero y La Pollina (Fuenlabrada). Ninguna de ellas ha visto la luz a día de hoy. Existen, pero no son visibles. En algunos casos, se ven las puertas de emergencia de Metro sobre la superficie como único vestigio de su existencia.

El Consorcio Regional de Transportes de Madrid reconoce la existencia de estas estaciones 'ciegas'. “Hace 15 años se prologó el metro y se dejaron ubicaciones por si había posibilidad de abrir estaciones más adelante”, afirman. De hecho, estas ubicaciones existen -además de en Metrosur- en otros puntos de la red de metro que no han desvelado a este medio. 

“Estas estaciones están excavadas, solo falta revestirlas y abrir la boca de metro”, apunta Ricardo López, portavoz de Unión por Leganés (ULEG), quien ha llevado en varias ocasiones al pleno municipal iniciativas para solicitar la apertura de la estación fantasma de Poza del Agua y su unión con la estación de La Fortuna en la Línea 11. De hecho, el Ayuntamiento de Leganés también lo llevó recientemente a pleno llegando a fijar una reunión con la Comunidad de Madrid. 

'Boom' inmobiliario

Así, dichas paradas se diseñaron al calor del boom inmobiliario del sur de la comunidad con la intención de que se abrieran una vez se desarrollasen los barrios donde están ubicadas. De hecho, los vecinos de Poza del Agua y de El Vivero compraron sus casas bajo la promesa de que estarían comunicados por una línea de metro.

Pues bien, en el caso de estos dos barrios, se ha producido un crecimiento de la población: Poza del Agua cuenta con más de 3.700 habitantes (a enero de 2019) y El Vivero, con 10.000. El primero se construyó hace nueve años y está al 75% de su capacidad, mientras que el segundo se edificó en 2007. A pesar de ello, con las barriadas llenas, siguen sin tener comunicación con este medio de transporte. 

Desde la Asociación de Vecinos Vivero Hospital Universidad, su presidenta, Patricia Ruiz, también reclama la apertura de esta parada como una necesidad para los residentes. “Al colapso del centro hospitalario, se suma la cercanía del campo de fútbol Fernando Torres y del Servicio de Empleo de Fuenlabrada”, señala. Hace años llegaron, incluso, a recoger firmas a través de Change.org. 

Además, en pleno temporal de nieve y hielo en Madrid se hizo más patente la necesidad de abrir esta estación, ya que los vecinos del barrio de El Vivero no pudieron desplazarse ni en coche ni en autobús. Igual ocurrió en la zona de Leganés y el resto de ubicaciones con estaciones 'ciegas'. 

Metro se olvida

La respuesta de Metro es clara. No hay previsión de apertura por el momento, según señalan a Invertia fuentes del Consorcio Regional de Transportes de Madrid. “Hemos realizado estudios y no hay volumen de demanda suficiente que justifique la apertura de estas estaciones, por lo que, a corto plazo, no está previsto que se construyan”, alegan. Además, aseguran que si se construyeran estarían entre las 20 estaciones de la red de metro con menos demanda. 

Por lo que, en los próximos proyectos de Metro de Madrid, se vuelve a dejar en el cajón la apertura de estas estaciones. Estos son la prolongación de la Línea 11, donde unirá La Fortuna con Cuatro Vientos (Línea 10); la ampliación de la Línea 5 de Metro desde Alameda de Osuna hasta la nueva terminal del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, y la unión de la Línea 3 con El Casar (Metrosur). 

Aun así, y sabiendo que es “complicado” que la Comunidad de Madrid abra estas estaciones, estos municipios y grupos políticos no dejarán de recordar la necesidad de comunicar estos barrios con sus propias ciudades y con Madrid. 

Los problemas de Metrosur

“El Metrosur convierte la zona sur de Madrid en la tercera ciudad española, por delante de Valencia, Sevilla o Málaga”. Así de contento se mostró Gallardón el día que inauguró la nueva red. Sin embargo, 17 años después Metrosur es una de las líneas con menos pasajeros: tres millones de pasajeros al mes, aproximadamente. 

Con sus más de 40 km de recorrido, 28 estaciones y dos cocheras, la Línea 12 es una infraestructura que conecta los municipios más importantes del sur de Madrid (Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés y Móstoles). Solo está conectado a Madrid por la Línea 10 de Metro y por la red de Cercanías.

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La Línea 12 no ha dejado de acumular problemas desde su inauguración. Además del peligro de descarrilamiento o de las filtraciones por los que se ha cerrado en varias ocasiones parte acometer obras, la Comunidad de Madrid se ha olvidado por completo de la línea del sur. 

Son constantes las críticas de los usuarios por los tiempos exagerados de espera de trenes, llegando a ser de diez minutos en hora punta y de 25 minutos en franjas nocturnas. Además, a diferencia de otras líneas, los de Metrosur solo llevan tres vagones, cuando los andenes se construyeron para hasta seis.

Otra de las paradojas de esta línea es la diferenciación por zonas en una misma línea. Metrosur tiene su propio billete en un recorrido en el que confluyen dos tipos de zona, la B1 y B2.

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