El fabricante japonés de automóviles Mitsubishi cerró el primer trimestre fiscal (abril a junio) con unas pérdidas netas atribuidas de 176.157 millones de yenes (1.432 millones de euros al cambio actual), frente a las ganancias de 9.312 millones de yenes del año previo (75,7 millones de euros).

La facturación de la compañía alcanzó un volumen de 229.545 millones de yenes (1.866 millones de euros), lo que representa una disminución del 57,2% en la comparativa con los ingresos del primer cuarto del año fiscal pasado.

Entre abril y junio, la firma automovilística se anotó unas pérdidas operativas de 53.341 millones de yenes (433 millones de euros), en la comparativa con los números negros de 3.857 millones de yenes (31,3 millones de euros) de un año antes.

De cara al conjunto del ejercicio fiscal, que finaliza en marzo de 2020), la multinacional asiática estima contabilizar unas pérdidas netas atribuidas de 360.000 millones de yenes (2.926 millones de euros), al tiempo que su previsión de ingresos adelanta un retroceso del 34,8%, hasta 1,48 billones de yenes (12.032 millones de euros).

La empresa ha presentado un nuevo plan de negocio a medio plazo, que contempla una reducción de costes de al menos el 20% para este año fiscal, para lo que cerrará la planta del Pajero en Japón y reorganizará su negocio en Europa.

Modelos 'congelados'

Mitsubishi ha anunciado que "congelará" la introducción de nuevos modelos en Europa, a pesar de que continuará vendiendo los vehículos que ya comercializa en la actualidad.

Tal como ha informado la compañía japonesa, esta decisión, tomada por su consejo de administración este mismo lunes, no afectará a sus servicios de posventa, que continuarán estando disponibles para sus clientes del 'Viejo Continente'.

En este sentido, Mitsubishi ha explicado que los costes relacionados con la congelación de la introducción de nuevos modelos en Europa ya se han incluido en las previsiones de resultados para este año, aunque más adelante informará de las cifras específicas.

Todo ello justo dos meses después de que la alianza automovilística Renault-Nissan-Mitsubishi anunciase su nueva estructura operativa, que contempla ceder el liderazgo en cada región a una de sus marcas, que, a su vez, también será la referencia en cada familia de modelos, mientras que las otras seguirán la senda marcada.

En el caso de Mitsubishi, sus mercados prioritarios serán Oceanía y el sudeste asiático, ya que Renault liderará en Europa, Sudamérica, Rusia y Norte de África, y Nissan hará lo propio en China, Norteamérica y Japón.

Cierre en Japón

En otro orden de cosas, Mitsubishi también ha anunciado que cerrará en 2021 una de sus fábricas ubicada en Japón para así establecer una capacidad de producción adecuada basada en el nuevo plan a medio plazo.

De esta manera, Pajero Manufacturing dejará de operar a partir de la primera mitad de 2021 y el modelo que allí se ensambla, el Mitsubishi Montero (Pajero en otros mercados), será producido en otras instalaciones.

El impacto de esta acción supondrá unos 8.107 millones de yenes (65 millones de euros) por el coste de reestructuración.

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